- Comprender las diversas dimensiones de movilidad que deben tomarse en consideración antes de una crisis
- Aumentar la capacidad de planificar y prepararse para situaciones de crisis
- Entender las necesidades específicas de las poblaciones móviles y las comunidades afectadas en las situaciones de crisis
La mayoría de las situaciones de conflicto armado, violencia, desastre o epidemia sanitaria tienen dimensiones de movilidad. Por dimensiones de movilidad de una situación de crisis se entienden las causas y los efectos de la crisis en la movilidad de las personas y las comunidades. Estas causas y efectos abarcan desde la protección, la seguridad y el bienestar directos de las personas afectadas hasta las repercusiones más amplias en la sociedad. Todo ello puede tener un impacto a más largo plazo en el bienestar, la seguridad y el desarrollo de un país y una comunidad. Más concretamente, las dimensiones de movilidad de una situación de crisis se manifiestan cuando las personas se trasladan a otro lugar, o necesitan apoyo para hacerlo, en busca de seguridad y bienestar.
- Las poblaciones afectadas afrontan riesgos y tienen necesidades de protección y asistencia durante su desplazamiento inicial, pero también cuando regresan al lugar de origen o restablecen sus medios de subsistencia en otro sitio. Por su parte, las comunidades de acogida tienen que adaptar sus servicios, instalaciones e infraestructura a la llegada y estancia de las poblaciones afectadas por la crisis, a veces temporalmente, a veces a más largo plazo.
- El impacto de los grandes movimientos de población o de la llegada de muchas personas altera las dinámicas locales o nacionales.
- Los patrones de movilidad, como los asociados con las rutas de las poblaciones nómadas o los ciclos de los trabajadores de temporada, se ven desbaratados por los conflictos, la violencia o las perturbaciones climáticas, o restringidos por las epidemias, entre otros factores.
OIM, 2012.
Aunque puede ser útil analizar las crisis en términos de sus fases (antes, durante y después), no siempre es tan sencillo hacerlo. Las fases de las crisis y los tipos de efectos que producen suelen solaparse. Una comunidad que acoge a poblaciones desplazadas puede al mismo tiempo estar recibiendo a poblaciones que retornan y viendo partir a otras. Las actividades de prevención también son importantes para evitar que las crisis persistan, aumenten de escala o se repitan. Las respuestas humanitarias pueden requerir la realización en paralelo de actividades de reducción del riesgo de desastres. Y la labor de sensibilización ante el conflicto y de creación de resiliencia debería tenerse en cuenta en todas las fases de las crisis. La consolidación de la paz, típica de las situaciones posteriores a conflictos, comprende asimismo medidas para prevenir nuevos conflictos y reducir el riesgo de crisis futuras (OIM, 2012). También puede darse la concurrencia de diferentes tipos de crisis (como en los casos en que aparece una epidemia sanitaria durante un conflicto o en una zona afectada por un desastre, o en que una amenaza natural azota a una región en conflicto). Estas son las situaciones de crisis complejas.
Para abordar las dimensiones de movilidad de una situación de crisis se requieren enfoques integrales y multidisciplinarios. Dadas la amplitud y la complejidad del tema, que trasciende de la gobernanza de la migración, en este capítulo se examinarán brevemente algunos de los principales aspectos y prioridades de las dimensiones de movilidad de las situaciones de crisis.
Poblaciones y comunidades afectadas por las dimensiones de movilidad de las situaciones de crisis
Los desplazados que permanecen dentro de las fronteras de su país se denominan desplazados internos. Los que han cruzado una frontera internacional durante un conflicto a menudo reúnen los requisitos para ser considerados refugiados con derecho a la protección prevista en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967 y en el mandato de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Sin embargo, las personas que han cruzado una frontera a raíz de un desastre, o debido a los efectos adversos del cambio climático, no cumplen normalmente las condiciones para solicitar el estatuto de refugiado.
Los migrantes internacionales, sea cual sea su situación migratoria, pueden encontrarse atrapados en una situación de crisis en un país de acogida o de tránsito. No siendo ni refugiados ni ciudadanos –ya sea en el lugar donde surgió la crisis o en aquel al que tuvieron que desplazarse–, pueden no estar cubiertos por los mecanismos de protección y asistencia existentes. Las barreras lingüísticas, las restricciones a la movilidad y otros obstáculos pueden reducir su capacidad de acceder a la protección o de proveer de otra manera a su bienestar y seguridad (Iniciativa Migrantes en Países en Situaciones de Crisis, 2016).
Los pastores y los trabajadores migrantes de temporada también pueden resultar afectados por una crisis que altere su acceso a los mercados, a las tierras de pastoreo y los puntos de agua para el ganado, a las zonas agrícolas y a otros recursos (véase la sección sobre la movilidad laboral como adaptación al cambio climático). El bloqueo de los corredores migratorios puede agudizar también la competencia por los recursos, así como las tensiones y los conflictos por la invasión de las tierras agrícolas (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 2016).
OIM/Amanda Nero, 2016
La situación de las personas en lo que respecta a la movilidad puede además modificarse a lo largo de una crisis. Algunas cambian de lugar múltiples veces durante un conflicto, por libre elección u obligadas en distinto grado por las circunstancias. Un desplazado interno puede pasar a ser un refugiado tras el cruce de una frontera, y un refugiado que retorna puede terminar siendo un desplazado interno. Un desplazado interno puede convertirse en víctima de la trata. Y un migrante laboral puede llegar a ser un refugiado sur place.
Entre las poblaciones afectadas figuran también las comunidades y personas a las que benefician los programas comunitarios, ya sea que acojan a poblaciones afectadas o que sean comunidades de origen, retorno o tránsito, o puedan llegar a serlo. Así pues, las situaciones de crisis afectan a diferentes sectores de la sociedad de manera distinta, y esto se aplica también a las capacidades y vulnerabilidades de las personas durante el movimiento o desplazamiento. Por ejemplo, su situación financiera o sus antecedentes sociales (su género, raza, edad, idioma, etnia, origen indígena, orientación sexual, religión y educación) influirán en el modo en que se vean afectadas. Las mujeres y niñas, las personas no binarias, las que se identifican como LGBTI, las personas de edad, las personas con discapacidad y otros grupos marginados pueden tener limitaciones para acceder a los servicios o recibir asistencia, experimentar diversas formas de discriminación o tener vulnerabilidades particulares o más pronunciadas.
En algunas circunstancias, las situaciones difíciles y los traumas vividos durante el viaje pueden haber agudizado las vulnerabilidades. Las mujeres y los niños desplazados (o los que viajan solos) suelen ser particularmente vulnerables a la explotación y la violencia de género (véase más información sobre el género en situaciones de crisis y posteriores a una crisis). Las situaciones de crisis pueden asimismo potenciar las prácticas de explotación de los traficantes y amplificar los riesgos de trata de personas.
- Marco Operacional de la OIM en Situaciones de Crisis Migratoria, 2012. Este documento describe los 15 sectores siguientes que pueden activarse en cualquier momento antes, durante y después de una crisis: gestión de campamentos; datos y seguimiento de los desplazamientos; albergue y artículos no alimentarios (que incluyen el agua, el saneamiento y la higiene); asistencia de transporte; apoyo en materia de salud; apoyo psicosocial; asistencia de (re)integración; estabilización y transición comunitaria; reducción del riesgo de desastres y capacidad de recuperación; tenencia de tierras y propiedades; lucha contra la trata de personas y protección; gestión humanitaria de las fronteras; asistencia consular de emergencia; movilización de la diáspora y de los recursos humanos; apoyo en políticas y legislación migratoria.
A diciembre de 2019, había cerca de 70,8 millones de desplazados en sus propios países o en otros a raíz de persecuciones, conflictos, situaciones de violencia o violaciones de los derechos humanos (Centro de Seguimiento de los Desplazamientos Internos, 2018; ACNUR, 2019). Desde 2008, el número de desplazados por desastres ha ascendido anualmente, en promedio, a 25 millones (Centro de Seguimiento de los Desplazamientos Internos, 2019). La gestión de las dimensiones de movilidad de las situaciones de crisis es fundamental para salvar vidas, llegar a las personas necesitadas y reducir el riesgo, la vulnerabilidad y las necesidades humanitarias. Junto con ser un imperativo humanitario, es un componente indispensable del cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Los gobiernos tienen la responsabilidad primordial de respetar, proteger y hacer efectivos los derechos de las personas afectadas por situaciones de crisis en su territorio y, cuando proceda, de sus nacionales en el extranjero. Según la naturaleza de la crisis, podrá intervenir un número variable de ministerios, departamentos y sectores en la respuesta a los diferentes aspectos. Por ejemplo, distintos ministerios serán responsables de la prestación de servicios, la gestión del desastre, la acción humanitaria, la consolidación de la paz, la gestión de la migración, el desarrollo, la planificación urbana, la juventud, el empleo, el género, la paz y la seguridad, la gobernanza y el estado de derecho, y los servicios consulares. Cuando las poblaciones desplazadas por persecuciones, conflictos o situaciones de violencia cruzan una frontera internacional, pueden solicitar asilo en el país de destino, lo que presupone someterse a un proceso de determinación de la condición de refugiado (véase, por ejemplo, ACNUR, Emergency Handbook).
OIM/Chris Lom, 2011
Las Naciones Unidas, organizaciones internacionales, instituciones financieras, organizaciones de la sociedad civil locales e internacionales y el sector privado apoyan los esfuerzos de las autoridades nacionales que así lo solicitan (véase el capítulo Actores y asociaciones en el ámbito de la migración). De hecho, cuando el impacto de una crisis sobrepasa las capacidades del gobierno, puede activarse un mecanismo de coordinación internacional (véase la sección Coordinación de la respuesta humanitaria).
Importancia de abordar las dimensiones de movilidad antes de una crisis
Algunas crisis se pueden prever, al menos en cierto grado, como los desastres causados por amenazas naturales recurrentes o los que es posible pronosticar. Otras no tienen precedentes y son relativamente impredecibles.
La capacidad de respuesta de un Estado depende en gran medida de la planificación, los preparativos y los sistemas que ha establecido antes de la crisis. Es importante señalar que la movilidad puede ser necesaria y salvar vidas. Los esfuerzos encaminados a prevenir el desplazamiento no deben impedir la movilidad que pueda ofrecer a las personas acceso a la seguridad y oportunidades de ganarse la vida. La planificación y la preparación apuntan a lograr que, cuando la movilidad sea inevitable en previsión o como consecuencia de una crisis, los movimientos sean lo más humanos y dignos posible (por ejemplo, gracias a la asistencia para una evacuación organizada). También apuntan a garantizar la existencia de mecanismos de respuesta adecuados para proteger y prestar asistencia a las poblaciones afectadas.
OIM/Fabrice Recalt, 2013.
La planificación previa a las crisis podría incluir asimismo el fortalecimiento de sistemas que, llegado el caso, faciliten una recuperación sostenible y el retorno de las poblaciones, por ejemplo mediante la protección de los bienes y medios de sustento de las personas (OIM, 2018). Además, las medidas de planificación y preparación deberían tener en cuenta los efectos de la movilidad en las comunidades de acogida y en las que quedan atrás. Entre otras cosas, se deberán examinar la capacidad de los sitios de evacuación establecidos de recibir el volumen previsto de personas y la disponibilidad de servicios básicos, recursos y oportunidades en los lugares de acogida.
La integración de enfoques sensibles a las crisis es necesaria no solo en los ámbitos relacionados directamente con estas sino también en la labor de desarrollo, planificación urbana, ordenación del medio ambiente y adaptación al cambio climático. Esto ayudará a comprender cuáles efectos de las intervenciones podrían amplificar los posibles problemas, o a determinar las oportunidades de mitigar las situaciones potencialmente perjudiciales o de reducir su escala.
Los datos y análisis sólidos permiten dar respuestas y soluciones más rápidas y eficaces a las situaciones de crisis. Las medidas adoptadas ya sea antes, durante o después de una crisis son intrínsecamente multidisciplinarias y, como tales, utilizan los datos de una variedad de fuentes. La agregación de los datos para los fines de la respuesta a una crisis puede ser complicada: los diferentes proveedores utilizan sus propios formatos y metodologías de recopilación de datos. También reúnen y actualizan sus datos a intervalos diferentes, lo que puede alterar su fiabilidad o utilidad. Por ejemplo, los datos de los censos nacionales sirven de base para las actividades de desarrollo y la prestación de servicios, pero, debido a los largos periodos de tiempo que median entre uno y otro censo, es probable que no sean de ayuda para el análisis de la llegada repentina de poblaciones desplazadas o los retornos masivos de migrantes.
Por lo tanto, es importante evaluar y cartografiar la información y las fuentes disponibles, dentro del gobierno y a través de proveedores externos, para planificar e implementar las respuestas a diferentes crisis, y para entender las carencias. Cuando proceda, puede ser importante impulsar la aplicación de métodos de recopilación de datos armonizados para los aspectos clave de la respuesta a una crisis y la recuperación entre las entidades gubernamentales, y alentar también a los proveedores externos de datos a que se sumen a ese esfuerzo. Para ser significativos y útiles, los datos deben estar desglosados por edad, género y otras variables fundamentales que permitan adaptar adecuadamente las respuestas a fin de que detecten las vulnerabilidades y atiendan las necesidades, por ejemplo los riesgos que corren los menores no acompañados y separados de sus familias y la protección que necesitan.
OIM/Samantha Donkin, 2012.
Cuando se recopilan datos, el objetivo de esa labor y el uso previsto de los datos deberían comunicarse claramente a las poblaciones interesadas. Debe integrarse a todos los miembros de la comunidad, incluidos los vulnerables o marginados, para que la información reunida refleje sus necesidades (véase más información al respecto en el capítulo Datos, investigación y análisis para la formulación de políticas). También han de respetarse las salvaguardias de la privacidad y las consideraciones éticas (Portal de Datos Mundiales sobre la Migración, 2019). La información equivocada y los esfuerzos basados en datos erróneos, especialmente en las situaciones de emergencia, fragilidad o recuperación, pueden ser desestabilizadores y deben evitarse (véase la información sobre las comunicaciones en contextos de crisis).
Las fuentes nacionales pueden servir de base para los sistemas de alerta temprana y ser una ayuda en la planificación para casos de emergencia. Los datos pertinentes podrían incluir el contexto socioeconómico, la población, los patrones de movilidad, y los riesgos y efectos proyectados. Las evaluaciones del conflicto y de la estabilidad o fragilidad ayudan a entender una situación en evolución o los posibles factores desencadenantes; por ejemplo, un aumento de las poblaciones que abandonan una zona debido a la inseguridad podría indicar la inminencia de un conflicto (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), 2009).
Los sistemas de inscripción de migrantes, que registran a los ciudadanos en el extranjero y reúnen información sobre los migrantes a la llegada, facilitan la comunicación con los migrantes en situaciones de crisis y con sus contactos para casos de emergencia. Estos sistemas pueden utilizarse también para analizar los patrones de movilidad, las tendencias, las variables demográficas y las características de los migrantes, en particular los idiomas que hablan, lo que ayuda a mejorar la planificación y la respuesta en caso de crisis. En general, se recomienda establecer sistemas de registro en línea que sean fáciles de utilizar y de actualizar, para evitar errores y procedimientos engorrosos (Iniciativa Migrantes en Países en Situaciones de Crisis, 2016).
OIM/Matt Graydon, 2014.
Como parte de la reducción del riesgo de desastres, una base de datos multisectorial sobre las pérdidas puede ser una herramienta valiosa para la recopilación sistemática de registros sobre los desastres y los daños, pérdidas y repercusiones correspondientes. De conformidad con los requisitos mínimos de seguimiento del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 (Naciones Unidas, 2016), se han establecido bases de datos sobre las pérdidas a nivel nacional y subnacional, en muchos casos con apoyo internacional. Estas bases de datos deberían abarcar las siguientes esferas (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 2013):
- los daños materiales y su impacto económico, para orientar los programas de socorro, recuperación y reconstrucción después de los desastres;
- los riesgos de pérdidas y daños futuros relacionados con desastres, por ejemplo mediante la generación de curvas de vulnerabilidad;
- la relación costo-eficacia de las inversiones previstas para reducir las pérdidas;
- las pautas y tendencias de las pérdidas;
- análisis temáticos (por ejemplo, las diferencias de género en la morbilidad y mortalidad, o la evaluación de las pérdidas en sectores específicos);
- los indicadores de resultados relativos a las pérdidas y daños, para orientar los marcos de políticas internacionales referentes a la reducción de los desastres y el cambio climático, como el Marco de Sendai.
Indonesia, por ejemplo, estableció en 2008 una base de datos nacional sobre desastres de acceso público (disponible en inglés), en virtud de la Ley núm. 24/2007 de Gestión de Desastres. Administrada por el Organismo Nacional para la Gestión de Desastres, esta base de datos forma parte de un enfoque más amplio que apunta a determinar los riesgos, apoyar la elaboración de políticas y reducir el riesgo de desastres en general. Contiene datos sobre los desastres ocurridos desde 1815.
La base de datos utiliza Desinventar, una herramienta conceptual y metodológica para la generación de inventarios nacionales de desastres y la construcción de bases de datos sobre los daños, las pérdidas y los efectos de los desastres en general. Esta herramienta, creada inicialmente por La Red, una entidad sin fines de lucro, es ofrecida y divulgada ahora por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR). El sitio web de Desinventar proporciona acceso también a datos detallados sobre las pérdidas por desastres en más de 89 países (Desinventar, 2019).
Como ejemplos de los recursos de datos de la comunidad internacional que pueden utilizarse antes, durante o después de una crisis (o en más de una etapa), cabe mencionar los siguientes:
- La Matriz de Seguimiento de los Desplazamientos (disponible en inglés), un sistema utilizado para rastrear y seguir de cerca los desplazamientos y la movilidad de las poblaciones en casos de desastres naturales o causados por el ser humano.
- La Base de Datos Internacional sobre Desastres (EM-DAT) (disponible en inglés), que contiene información sobre más de 22.000 desastres a gran escala ocurridos en el mundo desde 1990, y sus efectos. Su objetivo es orientar la adopción de decisiones con respecto a la preparación para casos de desastre, proporcionando al mismo tiempo una base para la evaluación de la vulnerabilidad y el establecimiento de prioridades.
- Intercambio de Datos Humanitarios (HDX) (disponible en inglés), una plataforma abierta de intercambio de datos sobre las distintas crisis y entre las diferentes organizaciones para facilitar el acceso de los usuarios a los datos sobre la labor humanitaria.
- La Plataforma de Respuesta Humanitaria, que contiene herramientas y servicios de gestión de la información, con políticas y notas de orientación, información y datos específicos de los distintos grupos temáticos, juegos de herramientas y enlaces de Internet, por ejemplo con los sitios web sobre emergencias de diferentes países. Además, esta plataforma permite el intercambio de información entre los encargados de la respuesta operacional en situaciones de emergencia tanto repentinas como prolongadas.
- INFORM (disponible en inglés), una herramienta mundial de evaluación de riesgos de fuente abierta para las crisis humanitarias, que puede respaldar la adopción de decisiones sobre las medidas para fortalecer la prevención y la preparación de la respuesta para casos de desastre, por ejemplo, mediante los perfiles de los países.
- El Servicio Conjunto de Caracterización de Desplazamientos Internos (disponible en inglés), que proporciona datos sobre diferentes situaciones de desplazamiento con el fin de orientar la implementación de intervenciones humanitarias y de desarrollo más eficaces, las actividades de promoción y la elaboración de políticas nacionales que apoyen el logro de soluciones duraderas.
- La plataforma Prevention Web (disponible en inglés), que ofrece una serie de productos y servicios de conocimientos para facilitar el trabajo de los profesionales, incluidos los funcionarios gubernamentales, en la reducción del riesgo de desastres.
- La Iniciativa REACH (disponible en inglés), que proporciona datos, información oportuna y análisis en profundidad de los contextos de crisis, desastre y desplazamiento. Además, facilita el desarrollo de herramientas y productos de información que mejoran la capacidad de adopción de decisiones y de planificación de la comunidad de agentes humanitarios.
- La plataforma Relief Web (disponible en inglés), con una amplia variedad de datos sobre las crisis mundiales que pueden filtrarse por país, grupo vulnerable y otros factores pertinentes.
- La plataforma del Banco Mundial, con su valiosa información sobre las situaciones de fragilidad y conflicto que puede ser útil para la preparación y la recuperación.
Véanse también las otras fuentes relacionadas con los desastres repentinos y las amenazas naturales señaladas en el capítulo Migración, medio ambiente y cambio climático.
En 2017, el Gobierno del Afganistán estableció el Sistema Nacional de Información para la Gestión de Desastres (NDMIS) con el fin de mejorar la gestión de la información a ese respecto, permitiendo el intercambio de datos en tiempo real y una mayor rapidez en la presentación de informes y la adopción de decisiones. El sistema puede consultarse en todo el Afganistán a través de Internet.
OIM, 2019.
- OIM, Data Protection Manual, 2010. Esta publicación explica los principios aplicados por la OIM para garantizar la protección de los datos y ofrece directrices basadas en las normas internacionales pertinentes.
Los Estados son los principales responsables de proteger y prestar asistencia a las personas afectadas por una crisis que residan en su territorio, de conformidad con el derecho internacional y nacional. Hay varios marcos jurídicos que incluyen medidas de protección de los derechos de las poblaciones afectadas por situaciones de crisis. Algunos de ellos se enumeran en los cuadros siguientes y se examinan con más detalle en el capítulo Derecho internacional sobre migración y el capítulo Derechos de los migrantes: panorama general.
En virtud del derecho internacional de los derechos humanos, el respeto del derecho a la vida exige que los Estados garanticen a la población el disfrute de los bienes y servicios necesarios para su supervivencia o, si ello no es posible, permitan el acceso del socorro humanitario. Como mínimo, los Estados tienen que adoptar medidas que creen las condiciones adecuadas para proteger el derecho a la vida, como la provisión de acceso a un alojamiento básico, a la atención primaria de salud y a un mínimo esencial de alimentos y agua (OIM, 2016; Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), 2018). Las obligaciones establecidas en el derecho internacional de los derechos humanos protegen a todas las personas en todo momento, es decir, también a los desplazados, a los migrantes atrapados en situaciones de crisis y a las otras poblaciones en todas las fases de las crisis.
El derecho internacional humanitario, que se aplica durante los conflictos armados, comprende la obligación, con sujeción al consentimiento de la parte interesada, de adoptar medidas de socorro si la población civil padece privaciones extremas debido a la falta de suministros esenciales para la supervivencia. Los Estados están también obligados por el derecho internacional humanitario a permitir el libre paso de los envíos de socorro, dentro de ciertos límites. Las normas difieren según el tipo de conflicto armado de que se trate, por ejemplo si es una ocupación o un conflicto internacional o no internacional (OIM, 2016).
El derecho de los refugiados se refiere al conjunto de instrumentos jurídicos internacionales y el derecho internacional consuetudinario que regulan la protección de las personas que han cruzado una frontera internacional y están en peligro o han sido víctimas de persecución en su país de origen. Identifica a los refugiados que necesitan protección internacional y determina los derechos que los asisten.
Con respecto a los migrantes internacionales, el derecho consular, concretamente la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, define qué puede hacer el personal consular de los países de nacionalidad de los migrantes para prestar asistencia a sus nacionales en el extranjero en situaciones de crisis (Iniciativa Migrantes en Países en Situaciones de Crisis, s.f.). El artículo 5 de la Convención de Viena incluye la asistencia que los Estados pueden prestar a sus nacionales en el extranjero (artículo 5.e), como el suministro focalizado de artículos de socorro, la asistencia de emergencia en efectivo, la sustitución de documentos perdidos en el desastre o la organización de operaciones de evacuación.
Los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos de 1998 siguen siendo el marco internacional más importante para la protección de los desplazados internos. Aunque no son jurídicamente vinculantes, unifican las normas legales internacionales establecidas en los tratados y convenciones existentes, incluidos el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Estos 30 principios rectores establecen medidas para prevenir el desplazamiento, teniendo en cuenta el derecho a la protección contra el desplazamiento arbitrario y el derecho de los desplazados a asistencia y protección. Reafirman el derecho de los desplazados internos a soluciones duraderas, y exhortan a las organizaciones internacionales a respaldar a las autoridades nacionales en la respuesta a los desplazamientos internos y en la prevención de este fenómeno.
Nota: Esta lista no es exhaustiva.
Instrumentos regionales
Instrumentos regionales |
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Nota: Esta lista no es exhaustiva.
- Ley Modelo de la Unión Africana sobre el desplazamiento interno, 2018 (disponible en francés e inglés). Este modelo fue aprobado por la Cumbre de la Unión Africana en enero de 2018. Sus 14 capítulos y 64 artículos abarcan el ciclo completo del desplazamiento, con inclusión, entre otras cosas, de la protección y asistencia durante el desplazamiento, la composición de los mecanismos nacionales de coordinación e implementación, y los mecanismos nacionales de alerta temprana, preparación y gestión en casos de desastre.
En esta sección se describen una selección de compromisos e iniciativas de interés para abordar las dimensiones de movilidad de las situaciones de crisis. Véanse también las iniciativas y compromisos descritos en el capítulo Migración, medio ambiente y cambio climático.
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
Los migrantes y los desplazados figuran entre las poblaciones más vulnerables que corren el riesgo de ser dejadas atrás y cuyas necesidades se reflejan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Al aprobar estos Objetivos, todos los Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a promover el desarrollo y reducir la pobreza de maneras que fortalecieran la resiliencia de las personas y ayudaran a prevenir o mitigar los efectos de los desplazamientos (véase el capítulo Iniciativas y compromisos en materia de migración). Los actores humanitarios consideran que los Objetivos de Desarrollo Sostenible son acordes con la labor de protección y asistencia humanitarias.
- Meta 1.5
Fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el clima y otras perturbaciones y desastres económicos, sociales y ambientales - Meta 3.d
Reforzar la capacidad de todos los países, en particular los países en desarrollo, en materia de alerta temprana, reducción de riesgos y gestión de los riesgos para la salud nacional y mundial - Meta 5.1
Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo - Meta 5.2
Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación - Meta 5.a
Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales - Meta 6.b
Apoyar y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento - Meta 10.2
Potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición - Meta 11.5
Reducir significativamente el número de muertes causadas por los desastres, incluidos los relacionados con el agua, y de personas afectadas por ellos, y reducir considerablemente las pérdidas económicas directas provocadas por los desastres en comparación con el producto interno bruto mundial, haciendo hincapié en la protección de los pobres y las personas en situaciones de vulnerabilidad - Meta 11.b
Aumentar considerablemente el número de ciudades y asentamientos humanos que adoptan e implementan políticas y planes integrados para promover la inclusión, el uso eficiente de los recursos, la mitigación del cambio climático y la adaptación a él y la resiliencia ante los desastres, y desarrollar y poner en práctica, en consonancia con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, la gestión integral de los riesgos de desastre a todos los niveles - Meta 13.1
Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en todos los países - Meta 13.2
Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales - Meta 13.3
Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana - Meta 13.b
Promover mecanismos para aumentar la capacidad para la planificación y gestión eficaces en relación con el cambio climático en los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo, haciendo particular hincapié en las mujeres, los jóvenes y las comunidades locales y marginadas - Meta 15.3
Luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con efecto neutro en la degradación de las tierras - Meta 15.5
Reducir la degradación de los hábitats naturales, detener la pérdida de biodiversidad y, de aquí a 2020, proteger las especies amenazadas y evitar su extinción - Meta 16.1
Reducir significativamente todas las formas de violencia y las correspondientes tasas de mortalidad en todo el mundo - Meta 16.3
Promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos - Meta 16.a
Fortalecer las instituciones nacionales pertinentes, incluso mediante la cooperación internacional, para crear a todos los niveles, particularmente en los países en desarrollo, la capacidad de prevenir la violencia y combatir el terrorismo y la delincuencia - Meta 16.b
Promover y aplicar leyes y políticas no discriminatorias en favor del desarrollo sostenible - Meta 17.17
Fomentar y promover la constitución de alianzas eficaces en las esferas pública, público-privada y de la sociedad civil, aprovechando la experiencia y las estrategias de obtención de recursos de las alianzas - Meta 17.18
Mejorar el apoyo a la creación de capacidad prestado a los países en desarrollo, incluidos los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo, para aumentar significativamente la disponibilidad de datos oportunos, fiables y de gran calidad desglosados por ingresos, sexo, edad, raza, origen étnico, estatus migratorio, discapacidad, ubicación geográfica y otras características pertinentes en los contextos nacionales
Nota: Esta lista no es exhaustiva.
Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular
El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular tiene por finalidad reducir al mínimo los factores adversos que obligan a las personas a abandonar sus países de origen y abordar los factores estructurales que influyen en las decisiones sobre la migración, como los desastres, el cambio climático y otros factores ambientales. También exhorta a adoptar medidas para garantizar que los migrantes reciban protección consular y asistencia humanitaria cuando estén atrapados en situaciones de crisis; velar por que se incluya a los migrantes en los planes de preparación para casos de emergencia; posibilitar su participación política, incluso en los procesos de paz y reconciliación, en sus países de origen; y buscar soluciones, o reforzar las ya existentes, para los migrantes obligados a abandonar sus países de origen debido a los desastres de evolución lenta, los efectos adversos del cambio climático y la degradación del medio ambiente, cuando la adaptación en los países de origen o el retorno a esos países no sean posibles.
- Objetivo 2(a)
Promover la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda de Acción de Addis Abeba, y el compromiso de ayudar primero a los más rezagados, así como el Acuerdo de París y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030. - Objetivo 2(c)
Establecer o reforzar mecanismos para vigilar y anticipar la evolución de los riesgos y amenazas que puedan desencadenar movimientos migratorios o influir en ellos, fortalecer los sistemas de alerta temprana, preparar procedimientos y herramientas para emergencias, iniciar operaciones de emergencia y respaldar la recuperación posterior, brindando estrecha cooperación y apoyo a otros Estados, las autoridades nacionales y locales competentes, las instituciones nacionales de derechos humanos y la sociedad civil. - Objetivo 2(f)
Fortalecer la colaboración entre los agentes humanitarios y de desarrollo, incluso promoviendo los análisis conjuntos, los enfoques de donantes múltiples y los ciclos de financiación plurianual, a fin de preparar respuestas y productos a largo plazo que garanticen el respeto de los derechos de las personas afectadas, la resiliencia y la capacidad de afrontamiento de las poblaciones, así como la autosuficiencia económica y social, y velando por que se tenga en cuenta la migración en esas actividades. - Objetivo 2(g)
Considerar a los migrantes en las actividades nacionales de preparación y respuesta frente a emergencias, incluso teniendo en cuenta las recomendaciones pertinentes de los procesos consultivos liderados por los Estados, como las Directrices para la Protección de los Migrantes en Países Afectados por Conflictos o Desastres Naturales (Iniciativa Migrantes en Países en Situaciones de Crisis). - Objetivo 2(h)
Intensificar los análisis conjuntos y el intercambio de información para cartografiar, comprender, predecir y afrontar mejor los movimientos migratorios, como los que puedan derivarse de los desastres naturales repentinos y de evolución lenta, los efectos adversos del cambio climático, la degradación ambiental y otras situaciones precarias, velando al mismo tiempo por que se respeten, protejan y cumplan efectivamente los derechos humanos de todos los migrantes. -
Objetivo 2(i)
Formular estrategias de adaptación y resiliencia a los desastres naturales repentinos y de evolución lenta, los efectos adversos del cambio climático y la degradación ambiental, como la desertificación, la degradación de las tierras, la sequía y la subida del nivel del mar, teniendo en cuenta las posibles consecuencias para la migración, pero reconociendo que es prioritaria la adaptación en el país de origen. -
Objetivo 2(j)
Integrar consideraciones relativas al desplazamiento en las estrategias de preparación para casos de desastre y promover la cooperación con los países vecinos y otros países interesados a fin de preparar mecanismos de alerta temprana, planificación para imprevistos, almacenamiento, coordinación, planificación de evacuaciones, acuerdos de recepción y asistencia, e información pública. -
Objetivo 2(k)
Armonizar y desarrollar enfoques y mecanismos subregionales y regionales para abordar la vulnerabilidad de las personas afectadas por desastres naturales repentinos y de evolución lenta, velando por que tengan acceso a una asistencia humanitaria que satisfaga sus necesidades esenciales y por que se respeten plenamente sus derechos allá donde se encuentren, y promoviendo resultados sostenibles que aumenten la resiliencia y la autosuficiencia, teniendo en cuenta la capacidad de todos los países interesados.Objetivo 2(l)
Formular enfoques coherentes para encarar los desafíos que plantean los movimientos migratorios en el contexto de los desastres naturales repentinos y de evolución lenta, incluso teniendo en cuenta las recomendaciones pertinentes de los procesos consultivos liderados por los Estados, como la Agenda para la Protección de las Personas Desplazadas a Través de Fronteras en el Contexto de Desastres y Cambio Climático y la Plataforma sobre el Desplazamiento por Desastres.Objetivo 5(g)
Elaborar o aprovechar prácticas nacionales y regionales que permitan la admisión y una estancia de duración apropiada por motivos humanitarios o de otra índole para los migrantes que se vean obligados a abandonar su país de origen debido a desastres naturales repentinos y otras situaciones precarias, por ejemplo, mediante visados humanitarios, patrocinios privados, el acceso de los niños a la educación y permisos de trabajo temporales, mientras les sea imposible adaptarse en su país de origen o regresar a él.Objetivo 5(h)
Cooperar a fin de encontrar, desarrollar y reforzar soluciones para los migrantes que se vean obligados a abandonar su país de origen debido a desastres naturales de evolución lenta, los efectos adversos del cambio climático y la degradación ambiental, como la desertificación, la degradación de la tierra, la sequía y la subida del nivel del mar, incluso mediante opciones de reubicación planificada u obtención de visados, en los casos en que les sea imposible adaptarse en su país de origen o regresar a él.Objetivo 7(a)
Examinar las políticas y prácticas pertinentes para [asegurar] que no creen, exacerben ni aumenten involuntariamente la vulnerabilidad de los migrantes, incluso aplicando un enfoque basado en los derechos humanos que tenga en cuenta el género y la discapacidad, así como las cuestiones relacionadas con la edad y la infancia.Objetivo 7(b)
Establecer políticas integrales y alianzas que proporcionen a los migrantes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, independientemente de su estatus migratorio, el apoyo necesario en todas las etapas de la migración, mediante la identificación y la asistencia, así como la protección de sus derechos humanos, en particular cuando se trate de mujeres que corren riesgo, menores, especialmente los no acompañados o separados de sus familias, miembros de minorías étnicas y religiosas, víctimas de la violencia, incluida la violencia sexual y de género, personas de edad, personas con discapacidad, personas discriminadas por cualquier motivo, pueblos indígenas, trabajadores que sufren explotación y abusos, trabajadores domésticos, víctimas de la trata de personas y migrantes que sufren explotación y abusos en el contexto del tráfico ilícito de migrantes.Objetivo 7(j)
Aplicar medidas de apoyo específicas para que los migrantes atrapados en situaciones de crisis en los países de tránsito y destino tengan acceso a la protección consular y la asistencia humanitaria, incluso facilitando la cooperación transfronteriza y una mayor cooperación internacional, y teniendo en cuenta a las poblaciones migrantes en las actividades de preparación para situaciones de crisis, respuesta de emergencia y acción posterior a la crisis.Objetivo 7(k)
Recabar la participación de las autoridades locales y los interesados pertinentes para identificar a los migrantes que se encuentren en situación de vulnerabilidad, derivarlos y prestarles asistencia, incluso mediante acuerdos con los órganos nacionales de protección, los proveedores de asistencia y servicios jurídicos, y la intervención de equipos de respuesta móviles, cuando existan.Objetivo 7(l)
Formular políticas y programas nacionales para mejorar las respuestas de los países a las necesidades de los migrantes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, en particular teniendo en cuenta las recomendaciones pertinentes que figuran en la publicación del Grupo Mundial sobre Migración titulada Principles and Guidelines, Supported by Practical Guidance, on the Human Rights Protection of Migrants in Vulnerable Situations.Objetivo 12(b)
Preparar e impartir capacitación intrarregional e interregional especializada sobre derechos humanos y aspectos relacionados con el trauma para los equipos de respuesta inicial y los funcionarios gubernamentales, incluidas las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, los funcionarios de fronteras, los representantes consulares y los órganos judiciales, a fin de facilitar y estandarizar la identificación y derivación de las víctimas de la trata de personas, los migrantes en situación de vulnerabilidad, incluidos los menores, en particular los no acompañados o separados, y las personas afectadas por cualquier forma de explotación y abusos relacionados con el tráfico ilícito de migrantes en circunstancias agravantes.Objetivo 12(e)
Velar por que, en el contexto de las corrientes migratorias mixtas, se comunique de manera adecuada, oportuna, eficaz y accesible la información pertinente sobre los derechos y obligaciones con arreglo a las leyes y procedimientos nacionales, incluidos los requisitos necesarios para la entrada y la estancia, las formas de protección disponibles y las opciones existentes para el regreso y la reintegración.Objetivo 14(a)
Recabar la participación del personal competente de los servicios consulares y de inmigración en los foros mundiales y regionales que existen sobre la migración, a fin de intercambiar información y mejores prácticas sobre cuestiones de interés mutuo que atañen a los ciudadanos en el extranjero y contribuir a la formulación de políticas migratorias integrales y con base empírica.Objetivo 14(d)
Fortalecer la capacidad consular a fin de identificar, proteger y ayudar a [los] nacionales en el extranjero cuando se encuentren en situación de vulnerabilidad, en particular a las víctimas de violaciones o abusos contra los derechos humanos y laborales, las víctimas de la delincuencia, las víctimas de la trata de personas, los migrantes que son objeto de tráfico ilícito en circunstancias agravantes y los trabajadores migrantes explotados en el proceso de contratación, impartiendo a los funcionarios consulares formación sobre la aplicación a este respecto de medidas basadas en los derechos humanos y con perspectiva de género e infantil.Objetivo 14(e)
Proporcionar a [los] nacionales en el extranjero la oportunidad de inscribirse en el país de origen, en estrecha cooperación con las autoridades consulares, nacionales y locales, y con las correspondientes organizaciones de migrantes, como medio de facilitar información, servicios y asistencia a los migrantes en situaciones de emergencia y velar por que los migrantes puedan obtener información pertinente y oportuna, por ejemplo, estableciendo líneas telefónicas de ayuda y consolidando las bases de datos digitales nacionales, pero respetando el derecho a la privacidad y protegiendo los datos personales.Objetivo 15(b)
Asegurar que la cooperación entre los proveedores de servicios y las autoridades de inmigración no exacerbe la vulnerabilidad de los migrantes irregulares comprometiendo su acceso sin riesgo a los servicios básicos o vulnerando ilícitamente el derecho de la persona a la privacidad, la libertad y la seguridad física en los centros donde se presten servicios básicos.Objetivo 15(c)
Establecer y fortalecer puntos locales de prestación de servicios integrales y fácilmente accesibles que incluyan a los migrantes y ofrezcan información pertinente sobre los servicios básicos con perspectiva de género, teniendo en cuenta la discapacidad y con perspectiva infantil, y facilitar el acceso a ellos sin riesgo.Objetivo 15(e)
Incorporar las necesidades sanitarias de los migrantes en las políticas y los planes de salud nacionales y locales, por ejemplo, reforzando la capacidad de prestar servicios, facilitando el acceso asequible y sin discriminación, reduciendo las barreras que dificultan la comunicación y formando a los proveedores de atención sanitaria para que presten servicios teniendo en cuenta las diferencias culturales, a fin de promover la salud física y mental de los migrantes y las comunidades en general, entre otras cosas, tomando en consideración las recomendaciones pertinentes del Marco de Prioridades y Principios Rectores de la Organización Mundial de la Salud para Promover la Salud de los Refugiados y los Migrantes.
Nota: Esta lista no es exhaustiva.
Pacto Mundial sobre los Refugiados
El Pacto Mundial sobre los Refugiados, aprobado en diciembre de 2018 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, “tiene por objeto poner en práctica los principios de distribución de la carga y la responsabilidad” a fin de brindar protección y asistencia y buscar soluciones para “los refugiados y apoyar a los países y las comunidades de acogida” (párrafo I.B.5). Basado en el régimen internacional de protección de los refugiados, que incluye la Convención de 1951, el Protocolo de 1967 e instrumentos regionales sobre el tema, se rige también por los instrumentos internacionales de derechos humanos, el derecho internacional humanitario y otros instrumentos internacionales, complementados por los instrumentos para la protección de los apátridas.
Sus objetivos son:
- aliviar las presiones sobre los países de acogida;
- promover la autosuficiencia de los refugiados;
- ampliar el acceso a las soluciones que impliquen a terceros países;
- favorecer en los países de origen condiciones que propicien un retorno seguro y digno.
Cumbre Humanitaria Mundial
La Cumbre Humanitaria Mundial (2016) se organizó con el propósito de tender puentes entre la Agenda 2030 y la acción humanitaria. En ella se instó a los Estados a reducir los desplazamientos a largo plazo, entre otras cosas preparándose para los movimientos transfronterizos causados por desastres y por el cambio climático (Naciones Unidas, 2016d). La Cumbre generó varios resultados:
- La Agenda para la Humanidad, que exhorta a los dirigentes mundiales y a los actores humanitarios a cumplir con cinco responsabilidades fundamentales destinadas a hacer frente a las necesidades humanitarias y a los riesgos y vulnerabilidades conexos (Naciones Unidas, 2016b).
- La Nueva forma de trabajar (disponible en inglés), un método de trabajo, resumido en los Compromisos para la Acción (disponibles en inglés), que ofrece una vía concreta de colaboración entre los agentes humanitarios y de desarrollo, los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y los actores del sector privado. Se centra en aplicar planteamientos conjuntos para alcanzar resultados colectivos mediante un enfoque plurianual; desarrollar las capacidades locales; y aprovechar las ventajas comparativas.
- El Gran Pacto que dimanó de las conclusiones del Grupo de Alto Nivel sobre la Financiación Humanitaria. Algunos de los mayores donantes y proveedores de asistencia se comprometieron a aumentar considerablemente la prevención, mitigación y preparación, y a acrecentar también la planificación y financiación plurianuales y colaborativas, así como la coordinación, de la acción humanitaria. Además, acordaron conseguir recursos para la recuperación, invertir en soluciones duraderas para los desplazados y prestar un apoyo sostenible a los migrantes, las personas que retornan y las comunidades receptoras o de acogida, y conseguir recursos también para otras situaciones de vulnerabilidad recurrentes.
En lo que respecta a la financiación, los signatarios del Gran Pacto se comprometieron a trabajar con los organismos de asistencia humanitaria y los organismos de desarrollo para:
- Lograr una mayor transparencia
- Proporcionar más herramientas de apoyo y financiación a los encargados de la respuesta a nivel local y nacional
- Aumentar el uso y la coordinación de los programas de asistencia en efectivo
- Reducir la duplicación y los costos de gestión mediante exámenes funcionales periódicos
- Mejorar las evaluaciones conjuntas e imparciales de las necesidades
- Integrar a las personas que reciben asistencia en la adopción de las decisiones que afecten a su vida
- Aumentar la planificación y financiación plurianuales y colaborativas de la acción humanitaria
- Reducir el destino fijo en las contribuciones de los donantes
- Armonizar y simplificar los requisitos de presentación de informes
- Promover una mayor interacción entre los agentes humanitarios y de desarrollo
Grupo de Alto Nivel sobre la Financiación Humanitaria, de las Naciones Unidas, 2016
Agenda de prevención de las Naciones Unidas
La agenda de prevención de las Naciones Unidas (2018) (disponible en inglés) se propone aumentar la diplomacia preventiva, reforzar la Agenda 2030, apoyar la paz, fortalecer las asociaciones y promover reformas para superar la fragmentación y consolidar las capacidades. También pone de relieve la importancia de la prevención en todos los ámbitos de trabajo.
Agenda de sostenimiento de la paz
Dimanante de dos resoluciones muy parecidas, la resolución 70/262 de la Asamblea General (Naciones Unidas, 2016) y la resolución 2282 del Consejo de Seguridad (Naciones Unidas, 2016c), la agenda de sostenimiento de la paz propugna que los pilares del desarrollo, la paz y la seguridad, y los derechos humanos operen de manera integrada a fin de priorizar la prevención de las crisis, combatir las causas básicas de los conflictos y apoyar a las instituciones para lograr una paz y un desarrollo sostenibles. Estas grandes agendas de reforma subrayan la importancia de trabajar juntos en pos de resultados colectivos en todo el espectro de la labor humanitaria, de desarrollo, de derechos humanos y de consolidación de la paz, para hacer realidad el desarrollo sostenible. De ellas dimanó el nexo entre la acción humanitaria, el desarrollo y la paz, a veces denominado también el triple nexo.
Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030)
El Marco de Sendai traza el rumbo de la labor mundial de reducción del riesgo de desastres, con claras referencias a la movilidad y el desplazamiento (UNDRR, 2015), y exhorta a que se incluya a los migrantes en el diseño y la aplicación de las medidas de reducción del riesgo de desastres (párrafos 7, 27.h y 36.a.vi). También invita a las partes interesadas a formular políticas para reubicar a las personas que se encuentren en zonas expuestas al riesgo de desastres (27.k), y alienta a adoptar políticas y programas que aborden la movilidad humana producida por desastres de manera sostenible (30.l).
- UNDRR, Monitor del Marco de Sendai: Medición de la Implementación del Marco de Sendai. Esta página web presenta diversas estrategias de seguimiento, así como metas e indicadores adaptados para evaluar la aplicación del Marco de Sendai.
- UNDRR, Terminology. Este sitio web ofrece las definiciones básicas (en inglés) relativas a la reducción del riesgo de desastres, con miras a promover una visión común del tema entre el público, las autoridades y los profesionales.
Plataforma sobre el Desplazamiento por Desastres
La Plataforma sobre el Desplazamientos por Desastres (sitio web en inglés) es un proceso dirigido por los Estados para trabajar juntos en pos de una mejor protección de los desplazados a otros países a raíz de desastres y del cambio climático (Plataforma sobre el Desplazamiento por Desastres, 2018). Dimanó de la Agenda para la Protección de la Iniciativa Nansen, que concluyó en 2015, tras haber señalado a la atención pública la situación de los desplazados (o que podrían ser desplazados) a otros países por desastres, subrayando la importancia de reducir su vulnerabilidad y aumentar su resiliencia ante un desplazamiento. La Plataforma sobre el Desplazamiento por Desastres determina también las prácticas eficaces, los retos y las carencias en la búsqueda de soluciones duraderas para las personas afectadas por desplazamientos transfronterizos a raíz de desastres, entre otras cosas.
Iniciativa Migrantes en Países en Situaciones de Crisis
La Iniciativa Migrantes en Países en Situaciones de Crisis (sitio web en inglés) fue un proceso de dos años de consultas entre múltiples interesados dirigido por los Estados (2014-2016), del que dimanaron las Directrices para la Protección de los Migrantes en Países afectados por Conflictos o Desastres Naturales.
Recomendación del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) sobre el nexo entre la acción humanitaria, el desarrollo y la paz
La publicación de la OCDE DAC Recommendation on the Humanitarian–Development–Peace Nexus (2019) es un marco completo para incentivar una mayor colaboración y complementariedad en las medidas relacionadas con la acción humanitaria, el desarrollo y la paz, particularmente en las situaciones frágiles y de conflicto. Presenta un conjunto común de 11 principios para guiar y apoyar a los donantes, los agentes de cooperación para el desarrollo y los interesados de la comunidad internacional. También se propone fortalecer la coordinación, programación y financiación para hacer frente a los riesgos y vulnerabilidades y reforzar las medidas de prevención.
Nueva Agenda Urbana
La Nueva Agenda Urbana (octubre de 2016; sitio web en inglés) ayuda a prevenir los desplazamientos o mitigar sus consecuencias negativas en los entornos urbanos. Las poblaciones desplazadas y las personas que retornan son atraídas en medida creciente hacia las ciudades. La Agenda promueve políticas de vivienda que tienen en cuenta todas las formas de discriminación y violencia y previenen los desalojos forzosos arbitrarios, mejorando los barrios marginales y los asentamientos informales o evitando su creación, y planificando opciones de vivienda adecuadas que sean seguras, asequibles y accesibles para los miembros de los diferentes grupos de ingreso de la sociedad, incluidos los que estén en situaciones vulnerables.
Agenda de Acción de Addis Abeba
Formulada en la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, la Agenda de Acción de Addis Abeba aumenta el apoyo prestado a los países vulnerables a situaciones de crisis (crónicas) relacionadas con conflictos o desastres. Para ello elabora y aplica una gestión holística del riesgo de desastres, acorde con el Marco de Sendai, y apoya la capacidad nacional y local de prevenir perturbaciones externas, adaptarse a ellas y mitigarlas, y de gestionar los riesgos.
- Iniciativa Migrantes en Países en Situaciones de Crisis, Directrices para la Protección de los Migrantes en Países afectados por Conflictos o Desastres Naturales, 2016.
- Comité Permanente entre Organismos, Framework: Durable Solutions for Internally Displaced Persons, 2010. Este documento procura aclarar el concepto de solución duradera y ofrecer orientaciones generales para alcanzar soluciones de ese tipo. Establece los criterios mínimos para determinar en qué medida se ha logrado una solución duradera, los principios que deberían guiar su búsqueda y la forma de organizar un proceso basado en los derechos para respaldarla.
- Secretario General de las Naciones Unidas, Durable solutions, 2011. Esta decisión (núm. 2011/20) describe las estructuras y los procesos para elaborar y aplicar soluciones duraderas.
Iniciativas y compromisos regionales
Los Estados trabajan también a nivel regional, particularmente en la reducción del riesgo de desastres y en la gestión de desastres, en el marco de diversas iniciativas y compromisos:
Iniciativas y compromisos regionales |
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Nota: Esta lista no es exhaustiva.
Numerosos diálogos y procesos han versado sobre las dimensiones de movilidad de las situaciones de crisis, examinando temas como la prevención, la preparación, la reducción de riesgos, la respuesta a situaciones de emergencia, la recuperación y las soluciones. Los diversos mecanismos de consulta interestatales sobre migración que se citan a continuación tratan también temas como la preparación y respuesta para casos de emergencia, los desplazados internos, los refugiados y la protección.
Nota: Esta lista no es exhaustiva.
Las Consultas Migratorias del Caribe (CMC) son un foro no vinculante que permite a los Estados miembros examinar actividades regionales coordinadas para una gestión eficaz de la migración y elaborar políticas que tengan en cuenta los derechos con miras establecer una gobernanza integral y eficaz de la migración en la región. Dos de las esferas temáticas en que se centran estas consultas son la preparación y respuesta para casos de emergencia y la protección de los refugiados. El foro ha celebrado consultas periódicas entre los expertos de sus Estados miembros sobre estos temas. Entre ellas cabe citar las siguientes:
- Taller de alto nivel sobre movilidad humana y desastres en el Caribe (10 y 11 de abril de 2018);
- Seminario web: Informe regional sobre la gobernanza de la migración en los Estados insulares del Commonwealth del Caribe (8 de noviembre 2018) (sitio web en inglés);
- Seminario web: Migración laboral como estrategia de adaptación al cambio ambiental en el Caribe (6 de marzo de 2019);
- Consulta regional para la creación de un marco de cooperación regional respecto de la movilidad humana en el contexto de desastres y de los efectos adversos del cambio climático en el Caribe (6 y 7 de junio de 2019) (sitio web en inglés).
En esta última consulta participaron partes interesadas regionales y nacionales, incluidos funcionarios de migración, expertos en medio ambiente y reducción del riesgo de desastres y personal de asuntos consulares. La finalidad era determinar los retos y lagunas de política, normativos y operacionales en relación con los desastres y el desplazamiento en el Caribe, y elaborar una orientación programática y de política práctica y concreta para mejorar la capacidad global de preparación y respuesta de la región ante esos retos en el marco de las Consultas Migratorias del Caribe.
- Cantor, Desplazamiento transfronterizo, cambio climático y desastres: América Latina y el Caribe, 2018.
- Consultas Migratorias del Caribe, What will it take for the Caribbean region to become more resilient after the recent disasters.