Numerosos factores pueden, por sí solos o en diferentes combinaciones, impulsar a las personas a abandonar sus hogares y conducir al desplazamiento. Entre ellos figuran los conflictos, las violaciones de los derechos humanos, las crisis económicas, la marginación y la pobreza, la inseguridad, las emergencias de salud pública, los desastres causantes de desplazamientos y los efectos del cambio ambiental. Incluso sin un conflicto declarado, la violencia armada puede tener un costo humano y de desarrollo importante, destruyendo vidas y medios de subsistencia, perturbando el acceso a los servicios sociales, causando desplazamientos masivos y restringiendo la movilidad (OCDE, 2009).

No todos los conflictos o las situaciones de violencia son imprevisibles: las protestas, la violencia xenófoba y los disturbios civiles pueden ser señales de advertencia de un posible conflicto o brote de violencia (Iniciativa Migrantes en Países en Situaciones de Crisis, 2015). Los factores de riesgo de conflictos y violencia tienen normalmente sus raíces –en grados variables y a menudo interrelacionados– en agravios políticos, históricos, económicos y sociales. La posibilidad de que esos agravios alcancen un punto de inflexión y se desborden en manifestaciones de violencia o conflicto tendrá que ver probablemente con un desencadenante más próximo en el tiempo o una causa más inmediata, como la inseguridad alimentaria, la escasez de agua, la invasión de las tierras, una crisis económica, un suceso controvertido o influencias externas (OCDE, 2009; Escuela Politécnica Federal de Zúrich, 2013).

Aunque las soluciones políticas y la diplomacia son fundamentales para la prevención de conflictos, las actividades de prevención más amplias se centran en modificar los factores estructurales que son las causas básicas de las injusticias y desigualdades de larga data, y en las advertencias tempranas con respecto a los posibles factores desencadenantes. En los entornos frágiles, los esfuerzos de estabilización pueden ayudar a prevenir la intensificación de las tensiones y las reclamaciones (véase más información al respecto en el capítulo Soluciones y recuperación). La prevención y mitigación de los desplazamientos, así como las medidas de reparación, incluirán enfoques pangubernamentales y pansociales y pueden concentrarse en enteras comunidades o en diferentes categorías de personas.

Buenas Prácticas
Aplicación de un enfoque pansocial en Nepal y promoción de la cohesión social en Burundi
  • En Nepal se estableció en 2017 un foro destinado especialmente a reunir a la sociedad civil con el Gobierno para examinar temas relacionados con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 (paz, justicia e instituciones eficaces). Esto permitió a la sociedad civil participar y tener una voz en las cuestiones referentes a la justicia y la paz.

  • En apoyo de la prevención de conflictos en Burundi, la OIM, junto con varios ministerios del Gobierno de Burundi, aplicó un enfoque pangubernamental con miras a fortalecer el estado de derecho, la cohesión social y la igualdad de género, entre otras esferas. Los esfuerzos se centraron en reforzar la capacidad de los actores encargados de hacer cumplir la ley y en proporcionar espacios de diálogo para promover la reconciliación en las comunidades y la cohesión social. La iniciativa utilizó una combinación de mecanismos de solución de conflictos formales e informales a nivel comunitario y nacional. También promovió el papel de las mujeres como mediadoras y pacificadoras.

Fuente

Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ), 2018; OIM, 2019.

Las intervenciones relacionadas con los factores causantes apuntan por lo general a mejorar los sistemas de gobernanza, promover el estado de derecho, la igualdad y la cohesión social, y hacer progresos en los ámbitos del empleo, el desarrollo, la reducción de la pobreza, la protección social y la prestación de los servicios básicos.

Aunque la prevención es, por definición, una labor que corresponde realizar antes de los conflictos, también busca prevenir y mitigar los factores de estrés que afectarán a las comunidades de acogida y que podrían desencadenar nuevas tensiones o agravar problemas ya existentes, y tiene en cuenta asimismo los factores de estrés entre las comunidades de acogida y las poblaciones desplazadas. Además, debido a la naturaleza dinámica de los conflictos, las causas y los factores desencadenantes iniciales pueden evolucionar, poniendo en riesgo de desplazamiento a otras zonas o sectores de la población. La movilidad puede ser un mecanismo de afrontamiento para las personas o familias desplazadas; ante la imposibilidad de regresar a sus lugares de origen, tal vez se trasladen a otro sitio de desplazamiento o comunidad de acogida con la esperanza de encontrar un mayor acceso al apoyo o mejores oportunidades.

Enfoques de política
Medidas para reducir los riesgos relacionados con el desplazamiento a raíz de conflictos o situaciones de violencia

Los esfuerzos de prevención y mitigación de los desplazamientos deberían centrarse en:

  • las comunidades (enfoques comunitarios);
  • las personas y grupos más expuestos a tener que desplazarse;
  • las personas y grupos que podrían socavar la paz y la seguridad (por ejemplo, debido a su reclutamiento por grupos armados no estatales);
  • las personas o grupos con necesidades específicas, como los jóvenes o las comunidades marginadas.

Las intervenciones eficaces se caracterizan por:

  • un enfoque pangubernamental y pansocial
  • el respeto de los derechos humanos
  • la no discriminación
  • el carácter participativo e inclusivo
  • la fundamentación en datos comprobados
  • la respuesta a las necesidades reales
Mensajes clave
  • Las medidas de prevención más amplias deberían centrarse en modificar los factores estructurales, como las injusticias y desigualdades de fondo.
  • Las actividades de prevención son necesarias también durante una crisis y después de ella. Durante las crisis, los esfuerzos de prevención apuntan a mitigar la persistencia, el aumento de escala y la repetición del conflicto o la violencia. Después de las crisis, este tipo de intervención procura prevenir la repetición de los conflictos.
  • La movilidad puede ser un mecanismo de afrontamiento para los desplazados. Por ejemplo, si una familia no puede regresar a su lugar de origen, podrá trasladarse a otro sitio de desplazamiento o comunidad de acogida con la esperanza de encontrar un mayor acceso al apoyo o mejores oportunidades.