- Reconocer que los migrantes son vulnerables a la violencia, la explotación y el abuso
- Entender las situaciones en las que se debe proporcionar protección y apoyo, y responder de manera adecuada ante ellas
- Conocer las normas mínimas y las prácticas óptimas con el fin de orientar la prestación de protección y apoyo
- Comprender la forma en que la vulnerabilidad de los migrantes se entrecruza con la trata de personas, el tráfico de migrantes, el retorno y la reintegración, y la integración y la cohesión social
En los últimos años, la dimensión y complejidad de los flujos migratorios no han hecho más que aumentar y, por tanto, también el número de migrantes vulnerables (Galos, 2017). Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de “migrantes vulnerables”?
Muchos de los términos que resultan relevantes para la migración, como, por ejemplo, “víctimas de la trata”, han sido definidos por un instrumento jurídico internacional. Sin embargo, no existen definiciones jurídicas internacionalmente convenidas para las expresiones “migrantes vulnerables” y “migrantes vulnerables a la violencia, la explotación y el abuso”. Además, tampoco existen procedimientos claros e internacionalmente acordados para identificar a las personas migrantes vulnerables, ni directrices operacionales para brindarles protección y asistencia. Esta ausencia de una definición precisa y unas directrices firmes puede generar lagunas en lo que respecta a la protección de los migrantes vulnerables y la satisfacción de sus necesidades.
En el contexto de la migración, la OIM define a los “migrantes vulnerables a la violencia, la explotación o el abuso” como un grupo de migrantes que tienen una capacidad limitada de evitar los riesgos y las vivencias relacionados con las situaciones de violencia, explotación o abuso a las que están expuestos o han sido sometidos dentro de un contexto migratorio, o de resistirse a ellas, hacerles frente y recuperarse, una circunstancia que les impide disfrutar de manera efectiva de sus derechos humanos y les hace correr un mayor riesgo de sufrir vulneraciones y abusos, y que, por consiguiente, tienen derecho a apelar a un mayor deber de diligencia por parte de los garantes de derechos (OIM, 2019). La definición incluye tanto a personas como a grupos, independientemente de su situación migratoria.
A lo largo de este capítulo, se emplea la expresión “migrantes vulnerables” a modo de abreviatura y deberá entenderse en todos los casos como una referencia a las personas migrantes vulnerables a la violencia, la explotación y el abuso, que constituyen el eje central del presente capítulo.
La vulnerabilidad puede surgir de muy diversas maneras en un contexto migratorio, y la comprensión de este concepto no debe restringirse a aquellas personas que reúnan los requisitos necesarios para recibir protección internacional debido a su condición de refugiados.
La migración irregular, en particular si comporta el tráfico de migrantes, suele conllevar transacciones entre personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y personas que se aprovechan de ellas. Con frecuencia, el modo de transporte del que se hace uso en las rutas migratorias incrementa los factores de riesgo relacionados con la vulnerabilidad y consigue que las necesidades de protección aumenten, trascendiendo el ámbito de la propia irregularidad.
Algunos migrantes consienten ser introducidos ilegalmente en un país, sin embargo, en el curso de ese proceso de tráfico ilícito pueden verse expuestos a grandes riesgos para su salud y seguridad, y ser sometidos a actos de violencia y abuso. Otros migrantes, sobre todo los irregulares, son vulnerables al maltrato o la explotación debido a su situación migratoria. Ello puede incluir la exigencia de sobornos, trabajos o actos sexuales forzosos, secuestros, y rescates. De este modo, los migrantes objeto de tráfico pueden convertirse en víctimas de la trata y deben ser considerados como vulnerables, a pesar de que hayan dado su consentimiento para la actividad de tráfico inicial.
Asimismo, también puede existir una mayor vulnerabilidad cuando los migrantes transitan desde o a través de zonas que se han visto afectadas por crisis. Ello aumenta las necesidades de protección de los migrantes en diferentes etapas de su travesía. En estos casos, dichas necesidades pueden no guardar relación con la “categoría” a la que pertenecían los migrantes al comienzo de su travesía.
El proceso de migración entraña de por sí riesgos que pueden generar vulnerabilidades, como la pérdida de los documentos, la falta de recursos para proseguir el viaje de forma segura y digna, los factores de fuerte estrés psicosocial que inciden en la salud, y la exposición a elementos criminales y a la violencia de género. A menudo, estos riesgos se ven agravados por el limitado acceso a servicios que permitan mitigar o abordar sus consecuencias, dejando a los migrantes en una situación de clara vulnerabilidad.
Además, los trabajadores migrantes suelen estar empleados en condiciones de explotación y ser objeto de violencia, explotación y abuso (véase más información en el capítulo Migración laboral).
A pesar de la creciente dimensión y complejidad de los flujos migratorios mundiales, cada vez son más las personas que arriesgan su vida con el fin de emprender travesías peligrosas en las que a menudo han de cruzar diversos países. En 2016, la cifra de migrantes que desaparecieron o fallecieron al intentar atravesar fronteras internacionales registró máximos históricos, y el número de personas desplazadas también ha alcanzado su nivel más elevado desde la Segunda Guerra Mundial (Galos, 2017).
Las preocupaciones más graves son los daños y las violaciones de derechos que se perpetran contra los migrantes, actos que apelan a la responsabilidad de los Estados y exigen una respuesta adecuada. Muchos de los verdaderos daños y actos de abuso y explotación podrían evitarse empleando un sistema eficaz que permitiera identificar y reconocer los niveles de vulnerabilidad de los migrantes y ofrecer respuestas en función de los mismos, y reduciendo o erradicando los factores en los que se basa su vulnerabilidad. La prevención activa de los actos de abuso contra los migrantes antes de que ocurran resulta mucho más eficaz que la respuesta ante ellos una vez ocurridos.
En los últimos años, se han desarrollado y financiado programas más flexibles dirigidos a ayudar a las personas consideradas vulnerables. A lo largo del resto de este capítulo se explica el modelo de vulnerabilidad de los migrantes aplicado por la OIM para ofrecer respuestas eficaces a los migrantes vulnerables, y que los Estados pueden emplear para formular sus propias políticas y elaborar sus propios programas con miras a responder a esta problemática.
Recabar información sobre la migración irregular es una tarea complicada, pero necesaria para fundamentar la formulación de políticas y brindar asistencia a los migrantes vulnerables. Los datos disponibles más fácilmente accesibles suelen referirse a los daños y los actos de abuso y explotación concretos que sufren los migrantes vulnerables a lo largo de su travesía y que activan los servicios de apoyo, como la identificación de víctimas de la trata. La cuestión de cómo se puede identificar mejor las vulnerabilidades de los migrantes, así como su exposición a los riesgos y su acceso a los servicios, continúa siendo un tema objeto de análisis.
Todavía existen lagunas en los datos relativas a la prestación de protección y asistencia a los migrantes vulnerables. No obstante, las fuentes de datos nacionales e internacionales que se presentan a continuación pueden resultar de utilidad.
- Los datos administrativos, que incluyen los datos relacionados con la inmigración, los antecedentes penales y los datos de la gestión de casos recabados por los actores gubernamentales y no gubernamentales participantes en la prestación de servicios, pueden ofrecer a los responsables de la formulación de políticas una idea más completa de las características demográficas de los migrantes víctimas de abusos, accidentes, delitos y explotación y de los perpetradores, así como de los tipos de servicios que pueden ser necesarios.
- Los datos de encuestas, recabados de los migrantes mediante estudios realizados por organismos gubernamentales, académicos, organizaciones no gubernamentales, organizaciones internacionales o incluso actores del sector privado utilizando diferentes métodos (entrevistas presenciales o a distancia o debates de grupo), pueden facilitar información a los responsables de la formulación de políticas sobre las vulnerabilidades específicas y las respuestas que se pueden ofrecer.
- Las fuentes de datos innovadoras, que comprenden el uso de tecnologías de la información y las comunicaciones y de los macrodatos, pueden emplearse para determinar, por ejemplo, las zonas de un país concreto en las que los migrantes han de afrontar mayores riesgos, una información que podría ayudar a los responsables de la formulación de políticas a seleccionar los recursos que deberían asignarse.
- Base de Datos Colaborativa sobre la Trata de Personas. Esta fuente mundial que reúne los datos de los expedientes de gestión de casos y los registros de las líneas telefónicas de asistencia de todo el mundo, así como los datos sobre casos de trata recopilados por la OIM, proporciona datos actualizados que pueden utilizarse para deducir las tendencias, analizar los perfiles y los tipos de trata y determinar las prioridades de las políticas.
- Proyecto sobre Migrantes Desaparecidos de la OIM. Realiza un seguimiento de las muertes y desapariciones de migrantes, y ofrece datos concretos sobre casos en que los migrantes han sufrido algún tipo de peligro o de abuso o explotación debido a su situación de vulnerabilidad. Además, presenta datos desglosados y puede mejorar la comprensión de los responsables de la formulación de políticas en lo que respecta a los riesgos específicos y las vulnerabilidades de los migrantes, al exponer ejemplos concretos de situaciones en las que no se prestó ningún tipo de protección o asistencia.
En lo relativo a la protección de los migrantes vulnerables, cabe señalar que no existe ningún instrumento jurídico internacional de referencia que proporcione definiciones jurídicas exhaustivas. Asimismo, tampoco existe un conjunto de procedimientos judiciales que los Estados deban seguir. Ello no obstante, el derecho internacional y el derecho de los derechos humanos brindan protección a los migrantes, incluidos aquellos que son vulnerables a la violencia, la explotación y los abusos. Si se desea consultar un listado de estos instrumentos de derechos humanos, véase el capítulo Derecho internacional sobre migración.
Otros instrumentos jurídicos internacionales examinan esferas específicas relacionadas con la vulnerabilidad de los migrantes, y entre ellos se incluyen los siguientes:
Instrumentos mundiales |
|
---|
Nota: Esta lista no es exhaustiva.
En la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Refugiados y los Migrantes (2016), los Estados miembros reconocieron de forma explícita el vínculo existente entre la migración y la vulnerabilidad a peligros como la explotación y la trata de personas. La Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes resultante consigna el compromiso de los Estados miembros de proteger los derechos de los refugiados y migrantes a escala mundial.
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 10 se centra en la reducción de las desigualdades. Además, presta especial atención a la “migración segura” y a las “políticas migratorias bien gestionadas”.
- Meta 5.2: Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.
- Meta 8.7: Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.
- Meta 10.7: Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas.
- Meta 16.2: Poner fin al maltrato, la explotación, la trata, la tortura y todas las formas de violencia contra los niños.
Uno de los propósitos del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, aprobado en diciembre de 2018, es “reducir los riesgos y las vulnerabilidades a que se enfrentan los migrantes durante las distintas etapas de la migración respetando, protegiendo y cumpliendo sus derechos humanos y proporcionándoles atención y asistencia”. A continuación se exponen algunos objetivos y acciones pertinentes
- Objetivo 2 k): Armonizar y desarrollar enfoques y mecanismos subregionales y regionales para abordar la vulnerabilidad de las personas afectadas por desastres naturales repentinos y de evolución lenta, velando por que tengan acceso a una asistencia humanitaria que satisfaga sus necesidades esenciales y por que se respeten plenamente sus derechos allá donde se encuentren, y promoviendo resultados sostenibles que aumenten la resiliencia y la autosuficiencia, teniendo en cuenta la capacidad de todos los países interesados.
- Objetivo 5: Aumentar la disponibilidad y flexibilidad de las vías de migración regular. Nos comprometemos a adaptar las opciones y las vías de migración regular de tal manera que facilite la movilidad laboral y el trabajo decente reflejando la realidad demográfica y del mercado de trabajo, optimice las oportunidades educativas, defienda el derecho a la vida familiar y responda a las necesidades de los migrantes que se encuentren en situación de vulnerabilidad, con miras a ampliar y diversificar las vías disponibles para la migración segura, ordenada y regular.
- Objetivo 7: Abordar y reducir las vulnerabilidades en la migración. Nos comprometemos a responder a las necesidades de los migrantes que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, que pueden derivarse de las circunstancias en que viajan o de las condiciones a que se enfrentan en los países de origen, tránsito y destino, prestándoles asistencia y protegiendo sus derechos humanos, de conformidad con nuestras obligaciones en virtud del derecho internacional. Nos comprometemos además a defender en todo momento el interés superior del niño como consideración primordial en las situaciones que afecten a menores, y aplicar un enfoque con perspectiva de género al abordar la vulnerabilidad, incluso al responder a las corrientes migratorias mixtas.
Cumbre Humanitaria Mundial de 2016
La Cumbre Humanitaria Mundial de 2016 se hizo eco del creciente grado de sensibilización a escala mundial con respecto a los vínculos existentes entre la migración, los desplazamientos y las situaciones de crisis. La necesidad de abordar los desplazamientos y la vulnerabilidad de los migrantes formó parte de los compromisos fundamentales.
Actualmente no existe ninguna iniciativa que se centre en la vulnerabilidad de los migrantes. Sin embargo, este tema es transversal y se aborda, según corresponde, en los debates relacionados con otros temas (véase más información al respecto en el capítulo Diálogo interestatal sobre políticas migratorias).