Las personas y sus familias se sitúan en el contexto de una comunidad física y social más amplia. El concepto de comunidad se define de la siguiente manera:
comunidad: Grupo de personas, en un territorio geográfico específico, que interactúan frecuentemente unas con otras, acceden a recursos e instituciones comunes y tienden a compartir unas experiencias, una cultura, unos valores, unas creencias y unas actitudes comunes (Poland y Maré, 2005).
Los personas que residen en las comunidades se ven afectadas por las estructuras económicas, normativas y sociales de su comunidad, y por la posición que ocupan dentro de estas estructuras.
En general, las personas y las familias cuentan con mayor apoyo y protección cuando se encuentran en comunidades con sólidas redes sociales y en las que se puede acceder a los recursos, en comparación con situaciones en las que están aisladas. Sin embargo, en determinadas ocasiones, las normas sociales pueden representar un factor comunitario de riesgo.
Las normas sociales, que constituyen un factor de vulnerabilidad comunitario, afectarán a las actitudes y los comportamientos de las personas con respecto a diferentes cuestiones. Por ejemplo, puede haber desconfianza hacia los profesionales médicos y una preferencia por los curanderos tradicionales. Del mismo modo, es posible que una comunidad se muestre reticente a emplear los tratamientos disponibles para las enfermedades mentales debido a que los sistemas de creencias existentes identifican las causas concretas de la angustia y de los trastornos psicológicos. A veces, estos factores comunitarios varían dentro de las subcomunidades de migrantes, o difieren entre la comunidad de origen del migrante y aquella a la que ha llegado.
Algunos factores comunitarios afectan de distinto modo a diferentes grupos de la comunidad, aumentando la vulnerabilidad de algunos de ellos y reduciendo la de otros. Por ejemplo, las redes sociales que brindan apoyo a algunos grupos pero excluyen a otros contribuyen a proteger a los primeros y a aumentar el riesgo para los segundos. Otros factores de riesgo y de protección se aplican a todos los miembros de una comunidad, incrementando o mitigando la vulnerabilidad de la comunidad en su conjunto.
La elaboración de programas comunitarios para reducir la vulnerabilidad debería llevarse a cabo:
- Cuando existan indicios de que determinados factores comunitarios contribuyen a la vulnerabilidad de algunos sectores de las comunidades o de las comunidades enteras.
- Cuando haya indicios de que la movilización de factores comunitarios de protección podría ayudar a evitar la violencia, la explotación o el abuso, darles respuesta o recuperarse de los mismos.