Según la Encuesta a Ciudadanos Inmigrantes (Huddleston y Dag Tjaden, 2012), la mayoría de los migrantes quieren establecerse de manera permanente en la sociedad a la que se trasladan. De hecho, entre el 80 y el 95% son o desean ser residentes de larga duración y, en promedio, las personas solicitan visados permanentes poco tiempo después del periodo mínimo establecido.
Los migrantes que encuentran oportunidades para participar en el mercado laboral, las instituciones y la vida social y cultural suelen establecerse de forma más permanente. De igual modo, pueden desarrollar un sentimiento de identificación con respecto al país, adquirir la nacionalidad y establecer de manera permanente a su familia en su nuevo hogar. Las políticas que garantizan el respeto de los derechos de los migrantes y les ofrecen oportunidades de inclusión y participación en la sociedad tienen un impacto considerable en lo referente a la disposición y capacidad de los migrantes y sus descendientes para invertir en su propia integración.