Migración y desarrollo

Desarrollo es un término que se utiliza ampliamente, muchas veces sin una definición clara. En los dos últimos siglos ha sido interpretado de distintas maneras, pero, en general, significa crecimiento, progreso y un proceso de cambio positivo (Lélé, 1991). Sin embargo, al final de la década de 1980 la definición del desarrollo comenzó a acompañarse del concepto de sostenibilidad, al quedar claro que el desarrollo puede tener consecuencias no deseadas para las generaciones futuras, como el deterioro del medio ambiente. También puede afectar al bienestar socioeconómico de determinados grupos de personas que, por diversas razones, no se benefician de él del mismo modo que otros. Por consiguiente, se definió el concepto de desarrollo sostenible, entendido como el progreso “que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” (Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1987).

La migración cumple una función de redistribución de los recursos, lo que su vez puede contribuir a un desarrollo sostenible. Pero para transformar las tendencias migratorias actuales en motores de un desarrollo sostenible, se requiere un enfoque holístico que abarque todos los niveles de gobierno. Hasta hace poco, los enfoques de política relativos a la migración tendían a centrarse solo en algunos aspectos del nexo. Este era visto normalmente como unidireccional, ya que el supuesto era que la mayor parte de la migración se produce de países de bajos ingresos a países de ingresos altos, y el desarrollo se analizaba en términos de los países desarrollados y el mundo en desarrollo. En los últimos años, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular han proporcionado el marco para una comprensión más a fondo tanto de la compleja relación entre la migración y el desarrollo sostenible como de las oportunidades que ofrece.

La migración puede ser un factor de crecimiento y progreso en los países de origen, de tránsito y de destino. Ese crecimiento y progreso tiene lugar de distintas maneras, en los planos social, cultural y económico, y a través de las remesas monetarias y socioculturales, la transferencia de conocimientos, la migración circular, el comercio, la inversión y la innovación. En el contexto de la elaboración de políticas, es crucial formular la idea del desarrollo en términos de la equidad y la sostenibilidad sociales y ambientales. De lo contrario, las políticas migratorias podrían tener consecuencias imprevistas para el desarrollo, sobre todo cuando no existan programas y fondos públicos para combatir la exclusión social y la discriminación de los grupos vulnerables, incluidos los migrantes.

En los países de origen, las políticas de migración y desarrollo sostenible mal gestionadas pueden no lograr crear empleo, generando una fuga de cerebros y riesgos para los familiares que quedan atrás (véase Los hijos que quedan atrás). En los países de tránsito y destino, esas políticas repercutirán probablemente en los precios de la vivienda y el alquiler, la creación de barrios de tugurios y el deterioro de las condiciones de vida para todos (OIM, 2015). En algunos casos, la distinción entre origen y destino es borrosa, porque algunos países de origen son también el destino de otros migrantes. Estos países tendrán una variedad más amplia de problemas, debido a esa doble realidad. El desarrollo que hace caso omiso de las consideraciones sociales o ambientales puede conducir a prácticas discriminatorias, el deterioro de las tierras, una reducción aún mayor de los niveles de vida, y otros motivos para migrar. Por estas razones, la migración solo puede impulsar el desarrollo sostenible si se regula con un enfoque holístico de ese tipo de desarrollo.

La comprensión de la complejidad del nexo entre la migración y el desarrollo sostenible tiene implicaciones muy importantes para las políticas. Ayuda a los responsable de su formulación no solo a reflexionar sobre las maneras en que la migración puede favorecer el desarrollo, o en que el desarrollo puede evitar la migración, sino también a estudiar las formas de establecer políticas de desarrollo que permitan la sostenibilidad de una migración fructífera, velando al mismo tiempo por que las políticas migratorias se atengan a un modelo de desarrollo que sea sostenible. Este es el principio básico de la incorporación de la migración en la planificación del desarrollo (véase el capítulo Gestión de la migración y ciclo de políticas).

La incorporación de la migración en la planificación de las políticas comienza con la comprensión de las formas en que la migración interactúa con otros ámbitos de política. Su objetivo es establecer mecanismos de coordinación con esos otros ámbitos para lograr que la migración se tenga en cuenta en el diseño y la elaboración de las respectivas estrategias. Promueve diseños de políticas coordinados y sostenibles, que aprovechan las facetas favorables del nexo entre la migración y el desarrollo sostenible y mitigan las repercusiones negativas. En este sentido, el proceso de incorporación deja en claro la importancia de la coordinación a todos los niveles, desde el internacional hasta el local.

Para llevar a cabo esa labor de incorporación, los responsables de la formulación de políticas necesitan entender la dinámica y las características y tendencias de la migración. Por consiguiente, todos los países de destino, de tránsito y de origen deberían recopilar datos sobre la migración desglosándolos por sexo, edad, origen, nacionalidad, situación migratoria y nivel de instrucción, y por elementos culturales tales como la religión, la etnia y el conocimiento del idioma. La mayoría de los países recopilan esos datos de forma regular mediante mecanismos nacionales o locales (como los censos, las encuestas y los datos administrativos). Sin embargo, pueden requerirse también otros datos que exijan la realización de trabajos específicos, por ejemplo estudios amplios, que a menudo son cualitativos (véase el capítulo Datos, investigación y análisis para la formulación de políticas).

Los datos relacionados con la integración de los migrantes también ayudan a formular respuestas de política nacionales que contribuyan a mejorar la experiencia de los migrantes y de los países interesados (véase el capítulo Integración y cohesión social). Estos datos comprenden información sobre las remesas, la iniciativa empresarial y la creación de empleo, y las diásporas (por ejemplo, el número de asociaciones, sus miembros y las remesas colectivas). Los datos geográficos también son fundamentales para la planificación estratégica urbana y rural. Por consiguiente, los países deberían recopilar asimismo datos sobre la residencia de los migrantes (por ejemplo, urbana o rural), la concentración de las actividades económicas de los migrantes en determinadas zonas, y las actitudes con respecto a la migración, a nivel nacional, local y de distrito.

Para diseñar políticas eficaces sobre la migración y el desarrollo sostenible, se necesitan también otros tipos de datos que no se encuentran en las fuentes nacionales o locales. Los datos regionales y mundiales aumentan la disponibilidad de información comparable, y son útiles porque la migración no tiene lugar solo dentro de los países sino también a través de las fronteras internacionales. A nivel regional y mundial existen ya algunas bases de datos importantes que los responsables de la formulación de políticas y otros interesados pueden utilizar. Entre ellas cabe mencionar:

• El Portal de Datos Mundiales sobre la Migración del Centro de Análisis de Datos Mundiales sobre Migración, que ofrece estadísticas migratorias oportunas y completas e información fidedigna sobre los datos relativos a la migración en todo el mundo.
• El Banco Mundial, que proporciona datos actualizados regularmente sobre el costo del envío y la recepción de las remesas efectuadas por los trabajadores migrantes.
• La Comunidad del Pacífico (sitio web en inglés), que ofrece datos y herramientas regionales para los países y territorios de las islas del Pacífico, con el fin de mejorar la accesibilidad y el uso de los datos.
• La Unión Europea, que, a través de la EUROSTAT (disponible en alemán, francés e inglés) publica estadísticas que incluyen datos sobre la migración. El Portal del Centro de Conocimientos sobre Migración y Demografía de la Comisión Europea (disponible en inglés) también ofrece pruebas científicas independientes para orientar a los responsables de la formulación de políticas de Europa. Además de datos y herramientas, proporciona análisis sobre temas tales como los factores que propician la migración internacional, la integración o los perfiles migratorios.
• La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que ofrece datos y estadísticas sobre el desarrollo social y económico en la región, entre otras cosas a través de la CEPALSTAT. Además, esta comisión regional de las Naciones Unidas publica regularmente información sobre la migración en la región en su página web, que da acceso a informes, bases de datos sobre la migración, resúmenes, infografías, noticias y otros materiales.
• La Asociación de Naciones de Asia Sudoriental, que, a través de ASEANstats (disponible en inglés) publica su anuario estadístico y otros portales de datos interactivos relacionados con la migración.

El marco jurídico y normativo sobre los migrantes internacionales y el desarrollo no está recogido enteramente en un único tratado de derechos humanos, sino repartido en un conjunto de instrumentos y principios conexos, que incluyen lo siguiente:

El vínculo entre la migración y el desarrollo sostenible se ha vuelto cada vez más importante en el discurso internacional. Desde la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo celebrada en el Cairo en 1994, varios foros internacionales han examinado este vínculo. Grupos de trabajo internacionales como el Grupo Mundial sobre Migración, de las Naciones Unidas, también han contribuido a modelar la agenda. A nivel nacional, varios países han establecido ministerios específicos para colaborar con sus diásporas y elaborar políticas adecuadas. El punto de inflexión fue la inclusión de la migración en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Tras haber estado ausente en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el vínculo entre la migración y el desarrollo sostenible está ahora integrado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (véase más información al respecto en el capítulo Iniciativas y compromisos en materia de migración).

En sus comienzos, solo unos cuantos mecanismos de consulta interestatales sobre migración consideraban el nexo entre la migración y el desarrollo sostenible como una esfera de interés. Ahora, sin embargo, este es un tema importante. Casi todos los diálogos de políticas interestatales abordan, de una u otra manera, cuestiones referentes a la migración y el desarrollo sostenible. Como ejemplos de foros que se ocupan del tema de manera especial cabe citar los siguientes: