Otro subconjunto de jóvenes migra por motivos de estudio. El número de estudiantes matriculados en la educación superior está aumentando en todo el mundo y seguirá creciendo (Grupo Mundial sobre Migración, 2014, en particular, capítulo 11). Muchos jóvenes ven la formación en países de ingresos más altos principalmente como un medio de tener mejores oportunidades de carrera. Algunos consideran que los títulos obtenidos en el extranjero son superiores, desde el punto de vista académico, a los que es posible recibir en el país de origen. Además, las competencias lingüísticas y culturales adquiridas mientras se estudia en el extranjero aumentan la capacidad de competir en el mercado laboral (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), 2015).
Los migrantes jóvenes, al igual que otros grupos de migrantes, también pueden optar por estudiar en un país con un nivel de ingresos más alto. En este caso, su formación será posiblemente un trampolín para el empleo y la obtención de la ciudadanía (Grupo Mundial sobre Migración, 2014, en particular, capítulo 11). Para atender a las necesidades de los jóvenes de esta categoría, los responsables de la formulación de políticas deberían tener en cuenta que los jóvenes pueden necesitar trabajar mientras cursan la educación, para financiar sus estudios.
Además de tener que trabajar para estudiar, los migrantes jóvenes que cursan una formación tendrán problemas si hay incompatibilidades entre los sistemas educativos de los países de destino y de origen. Esta puede ser una dificultad grande, tanto al buscar empleo como para matricularse en la universidad. Por ejemplo, si un joven ha terminado los estudios secundarios en una escuela de su país de origen y esa escuela o el diploma correspondiente no son reconocidos por un órgano regulador o como título normalizado, la situación será muy problemática no solo para el estudiante sino también para la universidad (véase más información al respecto en el capítulo Integración y cohesión social).