En esta sección se analizan los factores que propician la migración internacional en los países de origen y en los de destino. También se examinan las barreras a la migración, es decir, los factores que tienden a impedir movimientos que de lo contrario se producirían. Se argumenta que la migración aumentará probablemente mientras persistan los factores que la impulsan actualmente, pero se concluye que su escala debería mantenerse dentro de límites manejables en los años venideros, si los países de origen y de destino cooperan en su gestión.

La figura 8 ilustra la interacción de los diversos factores que causan y facilitan la migración, y de las barreras que la dificultan (Foresight, 2011). A nivel general o macro, hay cinco tipos principales de factores que inducen a migrar: los factores económicos, demográficos, sociales, políticos y ambientales. Estos factores conforman el contexto general en que las personas se trasladan de un lugar a otro. Además hay microfactores (como la edad, el género y el nivel de ingresos) que determinan la influencia de los macrofactores en las decisiones sobre la migración a nivel personal o del hogar. Por último, hay factores concomitantes de nivel intermedio (mesofactores) que facilitan o impiden la migración, como los costos y beneficios humanos, financieros, físicos y psíquicos del traslado, y las políticas de emigración e inmigración que facilitan algunas formas de migración y dificultan otras. La interacción de estos tres conjuntos de factores determina cuántas personas migrarán, a partir de qué comunidades de origen y hacia qué destinos, cómo intentarán entrar, y los tipos de acogida que recibirán.

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Figura 8. Marco conceptual de los factores que propician la migración
Fuente

Basado en Foresight, 2011

Para profundizar en el tema
Para profundizar en el tema …
  • Carling, J. How does migration arise?, 2017. Este informe presenta una forma complementaria de evaluar los factores que propician la migración, centrada en las aspiraciones y en la infraestructura migratoria en lugar de las causas de fondo.

En los párrafos siguientes se examinan brevemente los factores que impulsan y facilitan la migración en la actualidad, y las repercusiones que podrían tener en los movimientos internacionales del futuro.

Factores económicos

La teoría macroeconómica clásica sostiene que la diferencia de ingresos entre los países y comunidades de origen y de destino es una de las principales razones que impulsan a las personas a migrar. Las teorías económicas más nuevas añaden que los hogares utilizan la migración para diversificar sus fuentes de ingresos y reducir así el riesgo económico. Por ejemplo:

  • Algunos miembros del hogar se quedan y practican la agricultura de subsistencia, mientras que otros se trasladan a zonas urbanas en busca de un empleo asalariado.
  • Otros miembros del hogar pueden migrar a otro país para ganar salarios aún más altos y asegurar la protección de la familia en caso de crisis económica local o nacional.
  • Las remesas que envían los que ganan más a los que quedaron atrás y tienen menos opciones ayudan a igualar los ingresos dentro de la familia.

Las brechas económicas entre los Estados nación se están ampliando, lo que aumenta la motivación para la migración por razones económicas (Banco Mundial, 2018). Sin embargo, cabe observar que los más pobres entre los pobres rara vez tienen los recursos necesarios para una migración internacional; cuando migran, las personas pobres de los países menos adelantados lo hacen principalmente dentro de sus países, o a países vecinos con mejores oportunidades económicas.

La mayoría de los migrantes son jóvenes en busca de trabajo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la participación mundial de los jóvenes en la fuerza laboral ha venido disminuyendo desde 1999, y en 2019 la tasa de desempleo juvenil fue del 13,6% (OIT, 2020). Esa tasa es particularmente alta en África Septentrional (el 30% en 2019) y los Estados árabes (el 23% en 2019), con niveles muy superiores a los del resto del mundo (OIT, 2020). Los jóvenes tienen también más probabilidades de estar subempleados, o en empleos en que son muy vulnerables a periodos frecuentes de desocupación.

La migración internacional se verá afectada asimismo por el futuro del trabajo. Avances tales como la mecanización de la agricultura, el crecimiento de las empresas multinacionales que utilizan una fuerza de trabajo mundial y las innovaciones que está trayendo consigo la inteligencia artificial influirán en las migraciones que las personas emprendan, o no, por motivos de trabajo. (Véase más información sobre estas nuevas tendencias en el capítulo Migración laboral).

Factores demográficos

Tasas de fecundidad y migración de reemplazo

El crecimiento de la población se ha desacelerado en muchas partes del mundo. Sin embargo, debido a la inercia generada por las tasas de fecundidad del pasado y el presente, la población mundial seguirá creciendo incluso con la menguante fecundidad del futuro. La mayor parte de la población del mundo vive en países de ingresos medios (Population Reference Bureau, 2020). A nivel mundial, la tasa de fecundidad (es decir, el número de hijos por mujer) ha disminuido a 2,3, pero en los países de ingresos bajos sigue siendo alta, de 4,6 hijos por mujer (Population Reference Bureau, 2020). En los países de ingresos más altos, la fecundidad está por debajo de los niveles de reemplazo, en 1,6 (Population Reference Bureau, 2020. En los países de ingresos altos se prevé que la población disminuirá con el envejecimiento de las sociedades: las proyecciones indican que el número de personas de 65 años o más pasará de 700 millones en 2020 a 1.500 millones en 2050 (Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES) de las Naciones Unidas, 2020). Sin inmigración, estos patrones de fecundidad tan diferentes implican que las proporciones de la población correspondientes a los distintos países del mundo cambiarán en los próximos decenios.

Glosario
replacement migration

the international migration that would be needed to offset declines in the size of population, the declines in the population of working age, as well as to offset the overall ageing of a population.

Fuente

UN DESA Population Division, 2001:1.

The UN DESA Population Division report “World Population Policies 2019” notes demographic drivers as an important rationale for immigration, with a third of countries pursuing immigration to address population ageing and to counter long-term population decline (UN DESA Population Division, 2020b).

Immigration may also help to meet increased labour demand in countries with ageing populations and low levels of population growth. Population ageing will likely lead to gaps in the labour force, particularly in sectors which older workers are unlikely to fill, and will impact social security systems (Aubry, Burzynski and Docquier, 2016). The demand for workers in services aimed particularly at elderly populations is expected to grow. These workers include geriatricians, nurses, home health aides and other caregivers. Immigrants already represent large shares of the workforce in these sectors. Population ageing will also probably make it harder for governments to maintain a tax base to support already stretched pension and medical systems. Migration is viewed as part of the solution in renewing the labour force and the pool of contributors to fiscal and social security systems (see Labour migration). A country with an ageing population and with policies restricting the arrival of external workers would need to consider raising the age of retirement and face the consequences in terms of health and social wellbeing. In countries of origin, the emigration of people of working age can help lessen pressures on the labour market (UN DESA Population Division, 2020a).

According to a survey by the United Nations for the World Population Policies 2019 publication, one third of the 111 responding governments are already implementing immigration policies to address population ageing and to counter population decline (UN DESA Population Division, 2020a).

Para profundizar en el tema
  • Population Reference Bureau, 2021 World Population Data Sheet, 2021.
  • United Nations Department of Economic and Social Affairs (UN DESA) Population Division, World Population Policies 2019, 2020b.

    The 2020 edition of the biennial publication focuses on policies and programmes on international migration around the world.
  • Population Pyramid is a project of a computer science PhD offering projections and visualizations on migration.

    It notes that the population in least developed countries is expected to grow by 2050 from 1.07 billion today to almost 2 billion, with children under the age of 15 constituting about 30 per cent of the population.

Gender differences in migration patterns

There are significant and changing differences in the ways that women, girls, men, boys and non-binary persons migrate. Unfortunately, data collection on the various genders is still greatly lacking, and efforts to fill the data gaps vary across countries (OECD, 2019). While gender differences concern all women, girls, men, boys and non-binary persons, aspects concerning women are worthy of note. An increasing number of women have been moving, many to fill jobs in highly gendered sectors such as domestic work and nursing. As barriers to migration in countries of origin erode for women, and opportunities expand in countries of destination (not least in elder care services in countries where the population is ageing), even more women are likely to move. Increasingly, women are migrating independently or as primary wage earners. As well, changing attitudes towards women, some of which is increasing their experience of violence, are becoming a driver for female migration (Hallock, Soto and Fix, 2018). Read more in Gender and migration.

Factores políticos

Surgimiento de nuevos Estados

Los últimos 50 años han sido testigos de una proliferación de nuevos Estados e intentos de secesión de regiones separatistas, relacionados en gran medida con el desmembramiento de países como las antiguas Unión Soviética, Checoslovaquia y Yugoslavia, así como al nacionalismo rampante en alguna subregión. Estos cambios se han acompañado en muchos casos de migraciones; en algunas situaciones, la modificación de las fronteras ha convertido a antiguos ciudadanos en extranjeros. Y con el aumento de las naciones, aumentan las fronteras que hay que cruzar. Considerando solo los Estados miembros de las Naciones Unidas, en 2020 había 193 Estados nación generalmente reconocidos, frente a 51 en 1945. Personas que se habían desplazado internamente pasaron a ser migrantes internacionales, aunque hubieran llegado a su destino antes de la creación de los nuevos Estados. Muchos refugiados y desplazados son el resultado de estos procesos. Con demasiada frecuencia, la formación de nuevos Estados conduce a la expulsión de los que se consideran de otra nacionalidad o ciudadanía, particularmente si practican una religión diferente o son de una etnia distinta de la que tiene el poder. Otro resultado de los cambios o intentos de cambio de las fronteras ha sido un aumento de la apatridia, debido a las personas que quedan excluidas de la nacionalidad tanto del Estado en que residen como del Estado de origen

Desplazamiento causado por conflictos

La inestabilidad política, los conflictos y las violaciones de los derechos humanos son otras causas de migración. Algunas de estas poblaciones desplazadas pueden ser definidas como refugiados (véase la sección Tipos de movimientos, más adelante) mientras que otras son desplazados internos o internacionales, desprovistos de la protección jurídica otorgada a los refugiados. En estos casos, los gobiernos de los países de origen pueden estar implicados en las acciones causantes del desplazamiento. En otras situaciones, la amenaza a la seguridad de los desplazados procede de agentes no estatales, que pueden ser desde fuerzas insurgentes y organizaciones terroristas hasta miembros de la familia. El elemento clave que determina si estas personas se ven o no obligadas a huir radica en la capacidad y voluntad del gobierno de intervenir en la situación y de brindar protección a las posibles víctimas.

Los factores políticos también determinan la voluntad del Estado de admitir a migrantes internacionales y autorizarlos a permanecer en su territorio, al menos temporalmente. Muchos Estados han ratificado convenciones de derechos humanos de las Naciones Unidas que los obligan a reconocer los derechos básicos de las personas, como las garantías procesales. Como resultado de ello, en numerosos países los migrantes sin una situación legal logran igualmente permanecer durante varios años, solicitando diversas formas de protección contra la expulsión. Algunos han entrado al país con ayuda de traficantes, trabajan en la economía clandestina y piden ayuda solo cuando son detenidos. La mayoría de los países desarrollados otorgan el derecho a por lo menos algunos servicios básicos a todos los residentes, sea cual sea su situación jurídica, lo que facilita la supervivencia de esos migrantes mientras intentan abrirse camino en el país.

Por otro lado, el creciente populismo etnonacionalista puede influir en la voluntad de los dirigentes políticos de admitir a migrantes internacionales, en particular, pero no exclusivamente, si la población percibe a esos migrantes como personas en situación irregular. Los sentimientos hostiles a la inmigración son alimentados por los medios sociales, que con demasiada frecuencia propagan información errónea sobre las realidades de la migración (McAuliffe, 2018). Sin embargo, este populismo es una vía de doble sentido. No solo afecta a las políticas nacionales —conduciendo a menudo a restricciones de la inmigración—, sino que también repercute en el interés y la voluntad de los posibles migrantes de viajar a un destino en que predominan las acciones y la retórica contra la inmigración. A medida que aumenta el populismo etnonacionalista, los inmigrantes más cualificados y con más opciones pueden ser reacios a trasladarse a los países en que sienten que no serán bienvenidos (Coughlan, 2018).

Factores ambientales

Los cambios ambientales, particularmente en el contexto del cambio climático, pueden tener consecuencias profundas en las tierras, las personas y la migración. Según las proyecciones publicadas en el Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el desplazamiento de personas por motivos climáticos aumentará a lo largo del siglo XXI (2014).

Parece haber cuatro vías principales por las que los factores ambientales en general, y el cambio climático en particular, alteran los patrones migratorios:

  • Las sequías persistentes y recurrentes, que socavan los medios de sustento, especialmente en las comunidades rurales que viven de la agricultura de secano. Estas sequías se unen a la desertificación, la degradación de las tierras y la pérdida de hábitats y ecosistemas que también destruyen los medios de sustento.
  • La subida del nivel del mar y la erosión costera, que con el tiempo transforman vastas superficies de tierras en zonas inhabitables y acaban con los medios de sustento como la agricultura.
  • Los desastres repentinos causados por amenazas naturales (solo en algunos casos relacionadas con el clima) que aumentan de frecuencia y de intensidad, como los terremotos, inundaciones, incendios, tornados, tsunamis y ciclones.
  • Los conflictos por recursos escasos, que en su mayoría son intranacionales y pueden conducir a inestabilidad política, divisiones comunales, étnicas y religiosas, y desplazamientos masivos de personas.

Las pruebas más detalladas examinadas por el IPCC indican que “[l]os fenómenos meteorológicos extremos son la conexión más directa entre el cambio climático y la migración”, pero, a más largo plazo, “la subida del nivel del mar, la erosión costera y la pérdida de productividad agrícola … tendrán un impacto importante en los flujos migratorios” (Adger y otros, 2014: 767; 768-69).

Los niveles de resiliencia preexistentes confieren a algunos hogares una mayor capacidad de hacer frente a los factores ambientales y aumentan la vulnerabilidad de otros. Esos niveles de resiliencia pueden tener diferentes efectos. Los hogares más resilientes tienen una mayor capacidad de quedarse y adaptarse al cambio ambiental, pero, al mismo tiempo, la resiliencia da a esas personas los recursos financieros, sociales y humanos necesarios para migrar. Los más vulnerables, que sufrirán los peores efectos, son también los últimos en poderse alejar, por lo menos en cierta medida, de los lugares afectados.

Factores sociales y culturales

Las costumbres y las normas sociales, y su evolución, son factores cruciales en las decisiones sobre la migración. Por ejemplo:

  • Los roles culturales y sociales pueden obligar a las personas a permanecer en el lugar (pese a su deseo de partir) o brindarles la oportunidad de trasladarse a otro lugar.
  • Las políticas y prácticas que discriminan o persiguen al amparo de las normas sociales y culturales pueden atrapar a las personas en un lugar, o forzarlas a partir para escapar de un peligro. Por ejemplo, las actitudes sociales y culturales con respecto a la orientación sexual, la participación femenina en la fuerza laboral, la mutilación genital femenina y la violencia doméstica pueden ya sea privar a las personas de toda posibilidad de migrar o ser importantes factores causales de la migración. Estas actitudes afectan no solo a los directamente interesados, sino también a otros que no comparten los valores de fondo de esas actitudes.
  • Con la evolución de las sociedades, pueden surgir oportunidades de migrar por elección y no por necesidad. Esto es a veces el fruto de las remesas sociales, es decir, los nuevos valores y principios, que los migrantes transmiten a sus lugares de origen. Por ejemplo, con el aumento de la autonomía de las mujeres, sus posibilidades de migrar por cuenta propia en busca de un empleo o de oportunidades de formación han crecido considerablemente.

Las redes sociales son otro de los principales factores que propician la migración, porque proporcionan a los migrantes la información y los recursos necesarios para cruzar las fronteras nacionales, conseguir empleo y una vivienda a la llegada e integrarse en las nuevas comunidades.

La formación de una familia y la reunificación familiar también son factores sociales importantes que inducen a migrar, ya sea a un nuevo hogar en la misma comunidad u otra cercana, o a nuevos países a miles de kilómetros de distancia. En el caso de la formación de una familia, un hombre o una mujer migran para contraer matrimonio, o con la intención de hacerlo o de vivir como una unidad familiar, con un residente (nacional o extranjero) en el país de destino. En la reunificación familiar, un cónyuge o progenitor migra primero y los demás miembros de la familia se le suman posteriormente.

La búsqueda de posibilidades de formación es otro factor social que induce a migrar. Los padres migran para ofrecer mejores oportunidades de educación a sus hijos; los jóvenes migran para matricularse en instituciones de educación superior. A su vez, los programas de formación concebidos para estudiantes internacionales se expanden. Las instituciones se esfuerzan por atraer a estudiantes, y sus derechos de matrícula, y por ampliar las oportunidades de colaborar con instituciones educativas similares de otros países. En algunos casos, la migración de esos estudiantes es solo temporal, mientras cursan los estudios; en otros, la educación en el extranjero abre oportunidades de empleo más permanente o conduce a un matrimonio en el país de destino.

Factores que facilitan e impiden la migración

Relativamente pocas de las personas afectadas por los macrofactores arriba descritos migran efectivamente, sobre todo a otros países. Carling (2002) señala que los afectados por esos factores pueden dividirse en cuatro grupos distintos, según que migren o no, y que la migración sea voluntaria o forzosa:

  • los que migran voluntariamente;
  • los que se ven obligados a migrar;
  • los que permanecen voluntariamente en sus comunidades;
  • los que se ven obligados a permanecer en sus comunidades, aunque preferirían migrar.

Para entender la migración es necesario analizar los factores que facilitan o impiden no solo el movimiento sino también la inmovilidad.

Algunos de estos factores que facilitan o impiden el movimiento y la inmovilidad se relacionan con el hogar, la familia y las características individuales de las poblaciones afectadas. Las características socioeconómicas de las familias y de los miembros del hogar son uno de los microfactores más importantes de la migración internacional. Los más pobres entre los pobres tienden a ser menos móviles que los demás, principalmente porque carecen del capital necesario para poder trasladarse a otro lugar. Por lo general tienen pocos recursos financieros para embarcarse en una empresa que a menudo es cara; sus recursos humanos —medidos normalmente en términos de la formación y las competencias— también son inadecuados, o no transferibles a otro lugar; y su capital social puede ser inexistente, si no tienen ya algún tipo de red en el extranjero. Sin embargo, no todas las formas de capital inducen a migrar. Por ejemplo, las familias que poseen tierras o empresas pueden no tener una gran necesidad económica de migrar, o de que algunos de sus miembros lo hagan, o ser reacias a abandonar el lugar para no dejar atrás sus propiedades.

Incluso en las situaciones de migración forzosa, las características socioeconómicas pueden desempeñar un papel importante en la determinación de abandonar o no la comunidad de origen, y en la elección de un destino donde pueda haber más seguridad. Las familias sopesan los riesgos y beneficios de no moverse con los de la huida para cada uno de sus miembros. Los riesgos varían en función de muchos factores personales —como el género, la edad, la orientación sexual, el estado de salud y el tamaño y la composición del hogar—, así como de la naturaleza de la amenaza. Las personas forzadas a la inmovilidad pueden ser las que corran más peligro, y al mismo tiempo las menos capaces de huir debido a sus vulnerabilidades preexistentes. Esas personas estarán atrapadas en el lugar, pese a la necesidad desesperada de migrar. Como se ve, es un error pensar que la migración es siempre ya sea voluntaria o forzosa; en muchos casos, están en juego elementos de ambos tipos. Las decisiones que se toman con respecto a la migración son mucho más complejas que eso.

Otros factores que facilitan o impiden la migración y la inmovilidad son sistémicos y no están vinculados a un hogar, una familia o una persona. Estos factores también influyen en las tendencias y los patrones migratorios. Por ejemplo, la revolución de las comunicaciones ayuda a los posibles migrantes a informarse sobre las oportunidades en el extranjero, alentando o facilitando la partida hacia otros países. La información más fiable sobre las oportunidades en el extranjero es la que transmiten los migrantes que ya se encuentran en los lugares de destino, porque estas personas comunican con sus familiares y amigos del país de origen en un contexto que todos entienden. Las innovaciones del transporte también han influido en los patrones migratorios.

Los debates recientes sobre los vínculos entre la migración y las tecnologías de la información y la comunicación se han centrado en las distintas formas en que la tecnología modela diferentes aspectos de la migración (véanse más detalles sobre las consideraciones aplicables en la era digital, incluidos los discursos sobre la migración, en el capítulo Comunicación en materia de migración).

Mensajes clave
  • La migración internacional es un fenómeno multicausal, que responde a factores a nivel general (macro), individual o comunitario (micro) e intermedio (meso).
  • Los factores causales de las migraciones son fuerzas de tipo económico, político, demográfico, ambiental y sociocultural.
  • Los factores que facilitan o impiden la migración influyen de manera importante en la capacidad de las personas o familias de trasladarse a otro país.