movimiento que realiza una persona desde el país de nacionalidad o de residencia habitual hacia otro país, de modo que el país de destino se convierte efectivamente en su nuevo país de residencia habitual.
En esta sección se consideran las diferentes fases del proceso migratorio, examinando las distintas cuestiones que se plantean en cada una de ellas y la necesidad de abordarlas. Los marcos de políticas que se aplican durante las fases previa a la partida, de tránsito, de llegada, de estancia, de integración y de retorno y (re)integración no son necesariamente los mismos. Los términos utilizados para describir a las personas que están migrando o han migrado varían según la fase. Por ejemplo:
OIM, 2019
acto de trasladarse a un país distinto del país de nacionalidad o de residencia habitual, de manera que el país de destino se convierte efectivamente en su nuevo país de residencia habitual.
OIM,2019
necesitan planificar y obtener los documentos y recursos necesarios. En algunos casos, los emigrantes disponen de un largo periodo de tiempo para planificar la partida y la llegada. En otros, especialmente en los contextos de desplazamiento, la fase previa a la partida se ve reducida por sucesos que escapan al control de los emigrantes.
En el caso de la migración regular, las medidas que es preciso adoptar pueden estar claramente señaladas en los requisitos del país de origen y del país de destino con respecto a la documentación necesaria (pasaportes, visados, ofertas de empleo, estados financieros, evaluaciones de la salud, etc.).
Los migrantes que utilizan cauces irregulares también toman decisiones antes de partir. Por ejemplo, tienen que decidir si intentarán cruzar las fronteras por su cuenta o con ayuda de un traficante. En el primer caso, deben organizar su transporte, obtener un visado de turista o de otra índole, si es posible, o documentos fraudulentos, en caso contrario. En la segunda situación, eligen a los traficantes, que harán esos trámites en su nombre antes del viaje o durante el tránsito. El contacto inicial con los traficantes suele tener lugar a través de parientes, amigos o miembros conocidos de la comunidad.
En cualquier caso, emigrar puede ser caro. A veces, se tardará meses o incluso años en amasar el capital requerido para el paso siguiente.
Aunque muchos migrantes viajan directamente del país de origen al país de destino, otros hacen numerosas paradas a lo largo del camino, tanto internas como internacionales. En el caso de los trabajadores migrantes, pueden trasladarse primero de las zonas rurales a las zonas urbanas de su propio país para adquirir competencias, conseguir dinero o realizar alguna de las otras actividades previas a la partida descritas en la sección anterior (Fase previa a la partida). Los migrantes forzosos pueden haber tenido que desplazarse dentro del país inmediatamente después del conflicto, la amenaza natural u otra situación que los obligó a abandonar sus comunidades de origen. A veces, estas personas se desplazan internamente múltiples veces. Algunas se trasladan de un país a otro hasta que tienen la oportunidad de dirigirse a su destino final.
Durante este periodo, pueden atravesar rápidamente los países de tránsito o permanecer en ellos durante un cierto tiempo. Ese tiempo puede durar años. En ocasiones, la decisión de permanecer en el país de tránsito es deliberada, obedeciendo, por ejemplo, a la esperanza de adquirir competencias que les permitan luego obtener empleos mejor remunerados en países más ricos. Una enfermera puede aceptar un trabajo en la Arabia Saudita mientras estudia para rendir los exámenes de enfermería exigidos en los Estados Unidos de América. En otros casos, los migrantes se ven en la imposibilidad de proseguir el viaje de inmediato porque se les acaba el dinero, estalla un conflicto u ocurre un desastre en el país de tránsito o se imponen controles fronterizos más estrictos, o por otros motivos similares. Algunos pasan a engrosar las filas de los migrantes desamparados.
La llegada al país de destino (y al de tránsito) puede ser por aire, mar o tierra. Los migrantes que utilizan los cauces regulares son inspeccionados por lo general en un puesto de control fronterizo o paso fronterizo. Pueden tener que presentar un visado, si no están eximidos de ese requisito. Sin embargo, el hecho de tener un visado no es, de por sí, suficiente para la entrada: las autoridades fronterizas suelen tener el derecho de rechazar a los titulares de visados en los puestos de control fronterizo si piensan que el visado puede haber sido obtenido por medios fraudulentos, si concurren motivos de seguridad nacional o de salud pública o si las circunstancias cambiaron después su expedición. Algunos países tienen visados distintos para las personas admitidas con vistas a una estancia indefinida o permanente y las que son autorizadas a entrar por un periodo de tiempo limitado. Otros países admiten a la mayoría de las personas por un periodo inicial limitado, y ofrecen luego a algunas la posibilidad de renovar el visado mientras se encuentran en el país.
Las renovaciones de los visados pueden ser nuevamente por un periodo especificado o por tiempo indefinido. Las leyes de ciudadanía de los países varían en lo que respecta al derecho a la naturalización de los titulares de visados de distintas categorías. También difieren en cuanto al derecho de los titulares de visados de actuar como patrocinadores para la admisión de sus familiares. Por último, algunas prevén solo la residencia, mientras que otras ofrecen asimismo permisos de trabajo.
Los migrantes detenidos en el intento de entrar de forma irregular son sometidos a los procedimientos previstos para determinar si se les debe denegar la admisión. Los que son detenidos después de la entrada, pueden tener la posibilidad del retorno voluntario o ser objeto de un proceso de expulsión. La duración de este proceso dependerá de cuestiones sistémicas, como el número de casos pendientes de examen, las dificultades para organizar la representación y los problemas específicos de cada solicitud. Los casos relativos a solicitantes de asilo y menores de edad son más difíciles de resolver, porque es más lo que está en juego: estas personas podrían ser objeto de graves violaciones de los derechos humanos si son devueltas, por lo que el estudio de sus casos debe ser más largo y detallado.
La admisión a un país suele ser por un periodo de tiempo especificado, aunque en algunos casos se concede la residencia permanente (véase la sección Llegada). Durante el periodo de estancia, los inmigrantes deben cumplir con todas las leyes y los requisitos específicos que se apliquen a su situación. Si han obtenido un visado de trabajo, tienen por lo general que conservar el empleo durante toda la estancia, ya sea con el empleador inicial o con uno nuevo que cumpla los requisitos del visado.
Los Estados tienen también obligaciones con los nacionales extranjeros que viven en su territorio. Todos los migrantes, sea cual sea su régimen de inmigración, tienen derecho a la protección de sus derechos humanos. Los que están en situación regular suelen tener también otros derechos. Algunos de estos están definidos en el derecho internacional, pero las leyes y políticas nacionales del Estado de que se trate pueden garantizar derechos adicionales (véanse más detalles en la sección Derechos de particular importancia en el contexto de la migración del capítulo 1.3.1 Derechos humanos de los migrantes: panorama general).
Los Estados pueden estar obligados por el derecho internacional a permitir la permanencia de los migrantes irregulares en su territorio y regularizar su situación. En algunos casos, tienen discreción para decidir al respecto. En virtud del derecho internacional, están obligados por el principio de no devolución. Esto significa que les está prohibido expulsar o devolver al país de origen a personas que puedan correr el riesgo de persecución, tortura u otro daño irreparable (véase más detalles sobre la protección contra la devolución, examinada como parte de las obligaciones de los Estados con respecto a los derechos civiles y políticos, en la sección Derechos de particular importancia en el contexto de la migración) o de violaciones de sus derechos humanos. Los Estados han ejercido también su discreción para autorizar la permanencia de personas expuestas a la violencia, a desastres naturales, a la trata de personas o a otras situaciones de peligro vital. La protección temporal es una de las vías por las que los Estados pueden aplazar la expulsión de los migrantes afectados por esas situaciones
Aunque algunos migrantes no regresan nunca a sus países de origen, muchos sí lo hacen. En algunos casos, migran y regresan periódicamente.
These movements can occur for shorter or longer periods. For example, agricultural migrants may return to their home countries in between agriculture seasons, maintaining such a schedule for years. Naturalized citizens and those with permanent resident status may maintain a business and home in the country of destination but spend months or even years helping family or communities in their home country. This form of migration can be beneficial to all parties, if the circulation is by choice.
In other cases, migrants return home with no expectation of circulating or moving on to a third country. The return may be fully voluntary and seen by the migrants as evidence of success. In that sense, the migrants had accomplished what they had aimed to do while working, studying or living abroad. On the other hand, it can be voluntary but denote a failure of sorts, if migrants conclude they are unlikely to be successful in accomplishing their goals and would be better off at home. The decision to return is often as complex and multifaceted, however, as the decision to migrate in the first place. Sometimes, of course, migrants have no choice because they do not have permission to stay in the destination or transit country. Then, how the return takes place may be key to final decisions. For example, migrants may take part in assisted return and reintegration programmes so as to avoid deportation.
La integración y la reintegración son procesos distintos con aspectos similares.
Reintegration has a similar meaning, but refers to the process of reincorporating returning migrants into their home society. As such, it differs from the integration of migrants in destination countries in that the returnees are citizens of the countries of origin:
To be effective in the long term, such reintegration must be sustainable:
Reintegration can be considered sustainable when returnees have reached levels of economic self-sufficiency, social stability within their communities, and psychosocial well-being that allow them to cope with (re)migration drivers. Having achieved sustainable reintegration, returnees are able to make further migration decisions a matter of choice, rather than necessity.
McAuliffe and Ruhs, 2017.
A migrant’s experience integrating or reintegrating is strongly influenced by gender, age, sexual orientation, linguistic knowledge, literacy, and other factors. The cultural and social roles that are assigned to and expected of people are based on such factors, but especially on gender. They are key to the success or failure of (re)integration. For example, a recent study found that women returnees to Côte d’Ivoire reported traumas caused by experiences during their transit and stay, including violence, difficult life conditions, lack of money, and racism. They then experienced difficulties in socioeconomic reintegration and a sense of loneliness (it was often a challenge to talk about the violence they had experienced during their journey). As well, they felt embarrassed, were sometimes rejected by their family, and were often stigmatized because of their decision to leave by themselves or because they returned alone without their husband (Nanquette, 2020).
The sustainability of (re)integration can be measured by economic, social, psychological and other outcomes.
- Las cuestiones que se plantean y deben resolverse son distintas en las diferentes fases de la migración; un mismo marco de políticas puede no ser adecuado para todas las fases.
- Las fases comienzan con las actividades previas a la partida y comprenden luego el tránsito, la llegada, la estancia, los movimientos circulares, el retorno temporal o permanente y la integración o reintegración sostenibles.