El objetivo de la aplicación coercitiva es mantener la integridad de las leyes de inmigración de un Estado. Los oficiales de fronteras tienen la tarea de detectar las contravenciones de las leyes y los procedimientos de inmigración y tratarlas como corresponda. Estos oficiales utilizan herramientas de aplicación coercitiva, como la deportación o expulsión, para fomentar el cumplimiento. En los puntos de entrada, los oficiales de fronteras son los principales responsables de tramitar las entradas y salidas de personas y mercancías, así como de prevenir las actividades de la delincuencia organizada transnacional, como el tráfico de migrantes y la trata de personas, remitiendo a los servicios adecuados a las personas que necesiten protección internacional y detectando los casos de migración irregular.
En algunos casos, los oficiales de fronteras destacados en los puntos de entrada pueden detectar a migrantes que están intentando entrar en el país sin la documentación adecuada. Los no nacionales que entran o se encuentran en un país pueden ser migrantes indocumentados por distintas razones: porque carecen de un documento de identidad que demuestre su derecho a entrar y permanecer en otro país; porque su documento es fraudulento; porque su visado ha caducado; o porque han incumplido una condición del visado. En estos casos, los migrantes que hayan violado las leyes de inmigración o cuya admisión al Estado se considere contraria a las disposiciones de las leyes y reglamentos pertinentes, y que no hayan demostrado de otra manera su derecho a permanecer en el país, podrán ser objeto de una orden de abandono del territorio, o de una deportación o expulsión.
Sin embargo, es importante señalar que, incluso en una situación irregular, los migrantes tienen derecho al respeto, la protección y el ejercicio de sus derechos humanos. Además, de conformidad con la Convención de 1951, los refugiados deben tener acceso a la protección internacional contra la penalización por haber entrado o permanecido en un país sin la debida autorización si proceden de un lugar en el que estaban en peligro. También otras categorías de migrantes, como las víctimas de la trata de personas, los menores no acompañados y otros grupos vulnerables, pueden no estar en condiciones de obtener documentos de identidad que respalden sus reivindicaciones y no tener más remedio que utilizar vías de migración irregular.