Una tendencia a establecer controles en diferentes niveles anteriores a la llegada está induciendo a un número creciente de países a utilizar medidas de inspección previa tales como los visados o las autorizaciones de viaje electrónicas, la información anticipada sobre los pasajeros y los registros de nombres de los pasajeros, que les permiten recopilar información e investigar a los viajeros antes de su llegada a la frontera. Estas estrategias aplicables antes del viaje pueden mejorar la seguridad, al proporcionar a los oficiales de fronteras más tiempo e información. Otros funcionarios mejor preparados pueden así adoptar decisiones adecuadas y detectar a los pasajeros que planteen riesgos de seguridad en una etapa temprana, permitiendo un procesamiento más ágil de los viajeros de bajo riesgo, que difícilmente vayan a incumplir las condiciones de entrada y permanencia, presentar documentos fraudulentos o hacer declaraciones falsas.
Los Estados pueden intentar ejercer una influencia y un control extraterritoriales sobre la gestión de la migración en otros Estados por conducto de sus funcionarios diplomáticos y otros oficiales destacados en esos lugares. Sin embargo, el principio rector es que un Estado no puede adoptar medidas y aplicar sus leyes nacionales en el territorio de otro Estado sin el consentimiento de este. Por lo tanto, la práctica actual es que los Estados acreditan a agregados diplomáticos en las embajadas y consulados para el cumplimiento de funciones especializadas, por ejemplo a agregados laborales o funcionarios de inmigración. Estos oficiales se ocupan de la migración laboral, las cuestiones generales de la inmigración y los intereses y derechos de los nacionales en terceros países, así como de las actividades de control fronterizo. Además, numerosos países destacan ahora a oficiales de enlace en el extranjero para que colaboren con los gobiernos correspondientes y el personal de las aerolíneas en la detección de las personas que viajen con documentos fraudulentos y en la lucha contra el tráfico de migrantes y la trata de personas.
En virtud de los arreglos establecidos mediante acuerdos bilaterales, hay inspectores de inmigración destacados en los aeropuertos extranjeros. Estos funcionarios otorgan todos los vistos buenos para la entrada a su propio país, inspeccionando a los pasajeros que parten hacia ese destino y, a veces, hacia otros países con los que existen arreglos de colaboración. Además, los funcionarios capacitan y asesoran al personal de las aerolíneas y colaboran con él para impedir que viajen personas con documentos de identificación o de apoyo fraudulentos. Los diversos planes establecidos por los países difieren ligeramente en cuanto a su estructura y a los títulos de los cargos y las responsabilidades de los funcionarios destacados en el extranjero, pero la idea principal es siempre la misma: efectuar un control de los pasajeros lo antes posible, para facilitar el viaje de los que tengan más probabilidades de cumplir con las condiciones de la entrada y la permanencia, e impedir los movimientos de los que planteen una amenaza para la seguridad nacional.