Muchas de las intervenciones de política necesarias para abordar la migración por motivos ambientales están tomadas de los enfoques de gestión de la migración ya existentes o se basan en ellos. Por consiguiente, el mayor reto a nivel nacional es lograr que las políticas migratorias nacionales tengan en cuenta los problemas ambientales. En un análisis realizado por la OIM en 2018, se determinó que 35 (el 53%) de los 66 países para los que se disponía de documentos mencionaban consideraciones climáticas y ambientales en sus leyes, políticas o estrategias nacionales sobre la migración (OIM, 2018).
Dado el carácter multidimensional de la migración por motivos ambientales, la coherencia entre las políticas es fundamental. Es importante recordar que el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular subraya esta necesidad centrándose en la migración internacional. Debido a las múltiples causas que influyen normalmente en la migración por motivos ambientales, los responsables de la formulación de políticas que deseen ocuparse de este tipo de migración en sus respectivos “sectores” tendrán que examinar la migración en general (véase la anterior sección titulada Gestión de la migración por motivos ambientales). Hasta ahora, cuando se ha abordado la migración por motivos ambientales en los planes de políticas sectoriales, el examen ha sido solo parcial, y en muchos casos se ha centrado en la reducción de los factores que propician la migración, pasando prácticamente por alto el posible papel positivo de la migración en el fortalecimiento de la resiliencia.
Las políticas más eficaces son el fruto de esfuerzos conjuntos de los ministerios pertinentes que reúnen diferentes esferas de competencia, en coordinación con expertos externos y otras partes interesadas, como las autoridades locales, los empleadores y los sindicatos, las asociaciones de migrantes y de la diáspora, la sociedad civil, el sector privado y el mundo académico. Además de su relación con las políticas migratorias, ambientales y de adaptación al cambio climático, la migración por motivos ambientales está íntimamente vinculada a los ámbitos de política relativos a los derechos humanos, el desarrollo, la reducción del riesgo de desastres y la asistencia humanitaria.
La conciencia de la necesidad de coherencia entre las distintas esferas de política está aumentando. Son prueba de ello los esfuerzos desplegados para fortalecer los vínculos entre las entidades que se ocupan de la reducción del riesgo de desastres y las que trabajan en la adaptación al cambio climático, por ejemplo, o entre las entidades que operan en los ámbitos de la asistencia humanitaria, la reducción del riesgo de desastres y el desarrollo. La necesidad de una mayor coherencia entre estas distintas colectividades se ha plasmado en una agenda encaminada a vincular el socorro, la rehabilitación y el desarrollo (disponible en inglés).
En las secciones siguientes se examinan las iniciativas y ejemplos existentes en estos ámbitos para la incorporación de diferentes aspectos de la migración por motivos ambientales (el desplazamiento por desastres, la migración voluntaria y la reubicación planificada) en las políticas generales.
- Melde, S. and S. Lee, Overview of the International Organization for Migration’s guidelines for integrating migration into the national adaptation planning process (Chapter 6 of Warner et al.), 2014.
- IOM, Mapping Human Mobility and Climate Change in Relevant National Policies and Institutional Frameworks, 2018a.
Analysis of the extent to which human mobility is addressed in national climate change adaptation policies, and vice versa the extent to which national migration policies address environmental challenges. The analysis supported the development of the Task Force recommendations adopted at the Twenty-fourth Conference of Parties of the UNFCCC. - IOM, Mapping Human Mobility (Migration, Displacement and Planned Relocation) and Climate Change in International Processes, Pand Legal Frameworks, 2018b. Submission to the UNFCCC by the Task Force on Displacement.
Certain Governments, such as Botswana (2014), Ghana (2016), Kenya (2017), Nigeria (2015), Uganda (2016), Haiti (2015) and France (2018), have included in their migration policy specific points relating to the migration and climate change nexus. They outline national objectives and strategies to address population movements in the context of environmental change, including climate change, disasters and environmental degradation, and to mitigate the impact that human mobility can have on the environment. Nepal (2018), Georgia (2014) and Vanuatu (2017), among other States, have taken a further step and drafted specialized policies on the theme. These are still being refined ahead of adoption.
The stakeholders involved in drafting, implementing and/or monitoring human mobility policies mentioning environmental and climate concerns include representatives of ministries related to: citizenship, foreign affairs, home affairs, interior, immigration and labor. While committees have been formed in most countries to bring together relevant governmental entities across the policy spectrum, in many cases, climate and environmental actors at the national level were not included. This highlights a remaining gap in the efforts to address issues relating to human mobility in the context of climate change. At the same time, it also reflects the wide range of stakeholders working in the field at the national level as well as a willingness to adopt a whole-of-government approach to tackle this nexus.
Como se señaló anteriormente, la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) ha descrito tres planos en que la movilidad humana se entrecruza con la adaptación al cambio climático: el desplazamiento, la migración y el traslado planificado (CMNUCC, 2010).
La Conferencia de las Partes estableció un proceso para ayudar a los países menos adelantados a formular y aplicar planes nacionales de adaptación que señalaran las necesidades de adaptación a largo plazo, y a elaborar sus estrategias y programas generales para atender a esas necesidades. También invitó a otros países en desarrollo y desarrollados a que formularan sus propios planes.
En los 50 documentos de 37 Partes examinados en el ámbito de la Convención Marco, se ha observado que 30 Partes (el 81%) mencionan la movilidad humana en el contexto del cambio climático. Esta es una proporción importante, que parece indicar el logro de una mayor consideración de la movilidad humana en las políticas climáticas nacionales. La mayoría de estas políticas reconocen los efectos adversos del cambio climático como factores que propician o determinan la migración. Casi todos esos países han creado comités para la redacción, aplicación y seguimiento de sus políticas sobre el cambio climático, incluidos los aspectos referentes a la movilidad humana. Sin embargo, estos comités rara vez incluyen a las entidades gubernamentales relacionadas con la migración, los sindicatos o las organizaciones patronales, lo que destaca la necesidad de más coherencia y sinergia entre los actores del ámbito del clima o el medio ambiente y los que se ocupan de la migración.
Pasando a las políticas ambientales más en general, las políticas de ordenación de los recursos naturales pueden tener un impacto importante en la migración, que a su vez puede tener efectos en el medio ambiente de las zonas rurales y urbanas. Las políticas de rehabilitación de tierras o de ordenación sostenible de bosques y cursos de agua correctamente implementadas pueden ralentizar la emigración si consiguen que el recurso en cuestión siga ofreciendo medios de subsistencia. En cambio, la designación de ciertos lugares como “zonas protegidas” conducirá a la migración, si afecta negativamente a los medios de vida, por ejemplo, de los pastores o los pescadores. Aunque las políticas ambientales suelen estar inextricablemente asociadas con otras políticas, en muchos casos no tratan adecuadamente las cuestiones relacionadas con la migración.
As put forth in the recommendations of the Task Force on Displacement that were submitted by the Warsaw International Mechanism for Loss and Damage at COP24 in 2018:
- Consider the adoption of specialized legislation ensuring an effective coordination among the actors dealing with human mobility and climate change policy areas, defining roles and responsibilities, clarifying rights and duties of individuals and communities and putting in place effective accountability mechanisms.
- Support and facilitate partnership building with a focus on data and evidence to support the inclusion of human mobility issues in climate change policies and vice versa.
- Consider human mobility implications in the development process of Nationally Determined Contributions (NDCs), in order to ensure that adequate measures are integrated within the NDCs in the areas of adaptation to climate change as well as loss and damage due to climate change.
- Ensure that existing commitments regarding human mobility in national climate change policies are reported upon and that updates on implementation are communicated regularly in National Communications (NCs).
… - Ensure that all national policies, plans, strategies, and legal frameworks related to human mobility in the context of climate change, disasters and environmental degradation are coherent at the national level, and accompanied by solid implementation, monitoring and evaluation mechanisms as well as multi-year funding.
- Ensure that the potential benefits of migration are analyzed and included, whenever relevant, in long-term national adaptation policies, plans or strategies and that the positive contributions of migrants are recognized and supported. …
- Consider revising national strategies on human mobility and climate change in connection to the international global policy commitments made in the Global Compact for Safe, Orderly and Regular Migration.
Directly taken from Mapping human mobility and climate change in relevant national policies and institutional frameworks (IOM, 2018a).
La reducción del riesgo de desastres es un enfoque establecido para determinar, evaluar y reducir el riesgo de desastres. Su finalidad es evitar o limitar los efectos adversos de las amenazas (Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), 2004). La medida en que una amenaza natural desencadena un desplazamiento —así como la duración de este y la capacidad de recuperación— se corresponden, en parte, con el grado en que se han tenido en cuenta las dimensiones relativas a la movilidad en los procesos de planificación y aplicación de las políticas de reducción del riesgo de desastres. La reducción del riesgo de desastres es un trabajo multisectorial que comprende iniciativas relacionadas con la gestión de desastres, el desarrollo sostenible, la adaptación al cambio climático y la acción humanitaria.
Los ámbitos de política de la reducción del riesgo de desastres y la asistencia humanitaria se conectan con la migración por motivos ambientales principalmente a través del desplazamiento causado por desastres. Por ejemplo, la migración laboral temporal de un miembro de la familia se utiliza con frecuencia como estrategia preventiva de diversificación de los ingresos en las zonas sujetas al riesgo de desastres recurrentes. Además, después de un desplazamiento inicial, la migración temporal puede ofrecer un medio de importancia vital para obtener un ingreso o asistencia humanitaria, por ejemplo un alojamiento. El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 examinado más arriba reconoce los múltiples y complejos vínculos entre las políticas de reducción del riesgo de desastres y asistencia humanitaria y la migración por motivos ambientales.
- UNDRR, Words into Action Guidelines – Disaster Displacement: How to Reduce Risk, Address Impacts and Strengthen Resilience, 2019. Offers practical guidance to help governments reduce, prepare for and respond to disaster displacement by integrating disaster displacement and other related forms of human mobility into regional, national, subnational and local DRR strategies, in accordance with target E of the Sendai Framework.
- UNDRR, Implementation guides for the Sendai Framework (Words into Action), n.d.
- UNDRR, Sendai Framework Online Monitoring Tool, n.d. This tool has provided States with a system to track and report on progress in implementing the Sendai Framework as well as related SDGs. In addition to measuring disaster losses, the Monitor aims to help countries develop DRR strategies, make risk-informed policy decisions and allocate resources to prevent new disaster risks.
Laws, policies and national DRR strategies guide States in putting in place measures that prevent disasters or mitigate their impact. DRR and development policies should aim to reduce the risk of displacement, without posing restrictions on mobility that may expose the affected populations to further risks. To be effective, these frameworks need to ensure that pathways exist for mobility as a coping strategy, that they are tailored to the realities on the ground and based on solid evidence (IDMC, 2015; see also more on pathways by Facilitating internal mobility and International migration in Managing environmental migration). Multi-hazard risk assessments support the design of effective interventions and are instrumental to well-planned efforts to reduce risk, ensuring that the interventions do not give rise to new risks or shift them elsewhere (White et al., 2004).
Laws, policies, strategic planning and assessments should factor in the population’s existing and potential vulnerabilities as well as capacities and coping mechanisms (IDMC, 2017). Individuals and population groups have different levels of vulnerability and exposure to hazards, due to different physical, financial and social features, their location, and so forth. For instance, minors are generally exposed to more risks when moving alone, so keeping families together should be one component to consider when planning.
Risk assessments account for specific conditions that may lead to vulnerabilities. For instance, different groups of people such as women, children, people with disabilities, the elderly and other groups on account of race, ethnicity, language proficiency, gender identity or sexual orientation among others may have specific vulnerabilities in certain situations. International migrants are a group that may also have unique vulnerabilities in the event of disaster or a hazardous event. They may have limited social networks and face isolation, may not be aware of local support systems or have difficulty understanding – due to language issues – warnings, instructions and access points for support. They may even have had their travel documents confiscated or have restrictions imposed upon their mobility.
In Myanmar, participatory multi-hazard risk assessments, which involved the Government, community-based organizations, civil society organizations and vulnerable communities, combined science, technology and the use of local indigenous knowledge to provide more reliable findings on the local risk context. Using geographical information system software to develop and analyse multi-hazard risks, the project presented key findings in workshops for validation against local knowledge. This led to the introduction of a set of township-level multi-hazard risk maps, which provided the Government and communities with an improved ability to prepare for disasters as well as develop infrastructure projects to minimize risk. These maps are now an integral part of the improved township disaster management plans.
IOM, 2017b.
- Yonetani, M., Mapping the Baseline – To what Extent are Displacement and Other Forms of Human Mobility Integrated in National and Regional Disaster Risk Reduction Strategies?, 2018. This recent mapping exercise, commissioned by the Platform for Disaster Displacement, explored the extent to which national DRR policies integrate the human mobility dimension, in terms of the three “tracks” identified by the UNFCCC: displacement, migration and planned relocation.
In the context of disasters, including those triggered by environmental factors, as per the UNDRR Guidelines on Disaster Displacement (2019), States are encouraged to:
- Consider disaster displacement and conduct multi-hazard risk assessments to help determine the nature and extent of disaster risk;
- Take into account the population’s existing and potential vulnerabilities as well as capacities and coping mechanisms;
- Designate institutional leadership, authority and budgetary allocations as required;
- Be aligned with domestic, regional and international legal instruments relevant to disaster displacement, including the Guiding Principles on Internal Displacement;
- Mandate collaboration across government ministries with clear designations for provisions addressing displacement;
- Ensure that policy frameworks do not inhibit mobility and that they contain pathways for mobility as a coping strategy.
Los retos que plantea el cambio climático para el desarrollo se van entendiendo cada vez mejor. Las numerosas referencias a la migración y al cambio climático y los desastres en los Objetivos de Desarrollo Sostenible demuestran la creciente conciencia de la necesidad de una reflexión conjunta sobre estos temas. Sin embargo, se ha prestado poca atención a este aspecto, sobre todo en lo referente a la dinámica de la migración interna en los países de ingreso bajo y mediano.
El nexo entre el medio ambiente, la migración y el desarrollo abarca una amplia gama de temas. Entre ellos figuran el impacto de los desastres recurrentes en el producto interno bruto (PIB) y los efectos positivos de la migración en el desarrollo. Una de las cuestiones clave tiene que ver con el modo en que las presiones sobre la productividad de los medios de subsistencia relacionadas con el cambio climático y los desastres agravan los retos para el desarrollo en las zonas rurales, y la manera en que esto propicia la migración, particularmente a las zonas urbanas. Los efectos de los cambios en la distribución de las precipitaciones sobre la productividad agrícola y, por extensión, sobre la seguridad alimentaria son un ejemplo de esas presiones. A su vez, la migración a las zonas urbanas por motivos ambientales agrava a menudo los retos para el desarrollo existentes en esas zonas.
No obstante estos desafíos, vale la pena también tener presente que los migrantes son, con frecuencia, un recurso valioso para la vida en las ciudades. Su presencia aumenta la demanda de bienes y servicios y puede ampliar el mercado laboral y la actividad económica local al multiplicar el capital humano disponible. Además, los migrantes pueden enriquecer la vida cultural de la ciudad y promover la innovación y la vitalidad intelectual.
- Mainstream migration into national and local development plans, and ensure environmental migration is included within the mainstreaming exercise.
- Ensure that mainstreaming includes internal as well as international environmental migration.
- Identify and provide information and support for incoming migrants to avoid unplanned establishment of informal settlements in ecological buffer zones, thereby protecting the city from environmental stressors.
- Provide alternatives for relocation when restricting urban settlement expansion next to high-risk areas.
- La migración por motivos ambientales es un fenómeno complejo y polifacético que abarca diferentes ámbitos de política, como la migración, el desarrollo, la adaptación al cambio climático, la reducción del riesgo de desastres, el medio ambiente y la asistencia humanitaria, entre otros.
- Los ámbitos de política tienden a funcionar en paralelo, pero los puentes entre unos y otros van en aumento, como lo ilustra la vinculación de la migración con el desarrollo, o de la movilidad humana con la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres.
- La integración del desplazamiento causado por desastres, la migración y la reubicación planificada en las políticas pertinentes está avanzando, especialmente en lo que respecta a las políticas y estrategias de adaptación al cambio climático.
- Los problemas de coherencia en relación con la migración por motivos ambientales siguen siendo considerables. Aún queda mucho por hacer para lograr que los interesados de los diferentes ámbitos de política se reúnan y pongan fin a esa falta de coherencia.
- Una forma de comenzar a subsanar la falta de coherencia en relación con la migración por motivos ambientales sería crear procesos de diálogo sobre políticas y estructuras de coordinación nacionales y regionales dedicados específicamente a estudiar las consecuencias de movilidad humana que se derivan de los desastres y del cambio climático y ambiental.